Pocos se atreven a quitarle el velo a Raqqa, la ciudad siria que desde enero de 2014 se ha convertido en la capital del ‘califato’ del ISIS. De la vida que discurre por sus oscuras calles hay escasos testimonios gráficos, pero menos aún que haya sido documentada con grabaciones en vídeo a pie de calle.
Y es que hacer pública cualquier imágen del lugar, se castiga con la muerte. Por eso el vídeo que nos ocupa, dado a conocer por ‘Expressen‘, -y grabado a escondidas por dos valientes mujeres sirias que se han arriesgado a morir lapidadas-, tiene sin duda un valor excepcional.
En el mismo, se hace un recorrido por algunas calles, sorteando la inquisidora mirada por un lado de la ‘Hisbah’, la policía encargada de velar por el cumpliendo de la sharia, y por otro de la ‘Brigada Al Jansa’, patrullas femeninas que hacen lo propio con amenazantes bastones en ristre.
«Quiero vivir como yo quiero. Quiero comprar lo que quiero. Quiero salir sola, libre y sin tener un tutor conmigo»,
dice una de las mujeres en la grabación, llamada Om Mohammad.
No en balde todas deben ir acompañadas de una suerte de tutor masculino o de su esposo (mahram). Y mucho cuidado con olvidarse en casa el doble velo para ocultar sus ojos, guantes oscuros y ‘abayas’ negras y anchas diseñadas y confeccionadas en Irak por miembros del Estado Islámico: las palizas y golpes en la cabeza a aquellas que solo llevan el ‘hiyab’, están a la vuelta de la esquina.
A la hora de intervenir de forma implacable, las mentadas, a la suerte una policía femenina de mucho cuidado, torturan y castigan con latigazos a las infractoras, rigiéndose por las normas dictadas en un manifiesto titulado ‘La mujer en el Estado Islámico’.
Divulgado en las redes sociales y publicado ahora en inglés por la ‘Quilliam Foundation‘, el documento recuerda que «el papel señalado para la mujer es permanecer oculta y mantenerse detrás de su velo». Deben estar en casa con su esposo e hijos, e incluso las peluquerías son consideradas «instrumentos del diablo».
En la grabación que nos ocupa se pueden ver hasta cómo son borrados sus rostros de los productos cosméticos, en mitad de una vorágine donde las ejecuciones callejeras están a la orden del día, y en donde muchas lujosas viviendas han sido expropiadas por yihadistas extranjeros…