El yihadista abandonó el Ejército Libre de Siria para luchar en las filas del Frente Al Nusra, una organización terrorista asociada a Al Qaeda que opera en Siria y en el Líbano, y se las daba de justiciero.
Es Abu Sakkar, el energúmeno que fue filmado en mayo de 2013 comiéndose el corazón de un soldado del Ejército sirio en mayo de 2013, desventurado a quien el mentado descubrió en su móvil la grabación del ataque sexual que perpetró contra una mujer y sus dos hijas.
«Juro que nos comeremos vuestros corazones e hígados»,
decía entonces Sakkar en Homs, macabro personaje que ha muerto durante estas últimas horas en un combate en la provinvia siria de Latakia, según da cuenta ‘Mirror‘.
«La mutilación de los cuerpos de los enemigos es un crimen de guerra», pero otro problema no menos grave «es el rápido descenso a la retórica sectaria y a la violencia», señala Peter Bouckaert, especialista de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch.
El material causó indignación tanto entre los partidarios del presidente Bashar al Assad como entre grupos opositores.
El cadáver de Abu Sakkar
Desde comienzos del conflicto sirio en marzo de 2011 se han difundido por Internet un gran número de videos que muestran la violencia de los rebeldes armados apoyados por fuerzas extranjeras.