El protagonista del vídeo que acompaña a estas líneas, es uno más de los muchos ejecutados en Irán el pasado año.
La grabación da cuenta de cómo se las gastan en esos lares, donde durante el pasado año se ejecutaron un total de 997 sentencias de Muerte.
El reo, patalea y se las desea para no ser colgado de la soga, arreando mamporros a diestro y siniestro a sus verdugos y luchado en vano hasta el final.
Así, la República Islámica fue el país con mayor cantidad de ejecuciones, seguida por Pakistán (320) y Arabia Saudita (158).
Amnistía Internacional (AI), organización de derechos humanos que divulgó el informe con estos datos, indicó que la mayoría de los delitos por los que Irán llevó a cabo ejecuciones fueron aquellos vinculados a la droga.
Entre esos tres países se repartieron el 89 por ciento de las ejecuciones realizadas durante 2015.
En 2014 Teherán ejecutó a 743 personas, por lo que aumentó significativemente el registro de condenados. A su vez, AI repudió que el régimen persa violara el derecho internacional al haber aplicado la pena de muerte sobre acusados que eran menores de edad al momento del presunto delito.
Uno de los países que suelen liderar estos registros es China. Sin embargo, no fue incluido ya que el número exacto de ejecutados es un secreto de Estado, según Amnistía Internacional.
Lu Kang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, acusó a AI de realizar declaraciones «injustas» y que carecen de objetividad contra Beijing.
«Así que no tenemos interés en hacer comentarios sobre esto», sentenció durante una conferencia de prensa en la capital china.
Amnistía Internacional también encendió la alarma a nivel global, ya que en 2015 se registró el mayor número de ejecuciones de los últimos 25 años.
El total de penas de muerte ejecutadas en 2015 fue de 1634, frente a los 1061 que se registraron en 2014.