Un niño de 22 meses, Tedd McGee, ha muerto en su casa de Minnesota (EEUU) aplastado por una cómoda de Ikea. No es el primer accidente fatal con este tipo de mueble. Tras los dos primeros casos conocidos de fallecimiento de menores el año pasado, la compañía sueca tuvo que emitir una advertencia de seguridad que ahora ha vuelto a recordar.
Después de las muertes de los dos niños conocidas el año pasado (en Pensilvania y Washington), Ikea se vio forzada a pedir que se utilizaran los sistemas de anclaje a la pared para enganchar la cajonera y evitar su caída, reclamo que ha vuelto a activarse tras la muerte de Ted McGee. Entre este deceso y los dos del año pasado habría ocurrido otro más, en Filadelfia.
ÉXITO DE VENTAS
El modelo Malm, el implicado en estos incidentes, es un éxito de ventas para la sueca: se han vendido más de 27 millones de ese modelo de cómoda. Según recoge el Daily Mail, en los últimos 15 años habrían ocurrido 14 accidentes fatales con productos de Ikea. Además de las muertes por aplastamiento, hay otros productos más allá de la cómoda Malm que han llevado a Ikea a retirarlos del mercado para evitar accidentes.
Entre ellos destacan los 169.000 colchones que atrapaban a bebés, las puertas de seguridad Patrull que provocaban riesgo de caída si se situaban en la parte alta de una escalera, o los doseles infantiles que tenían riesgo de estrangulamiento y de los cuales llegó a vender casi tres millones de unidades.