El año pasado esta nueva generación de drogas costó la vida a 115 personas en Reino Unido
Se conocen como ‘legal highs’ en inglés o ‘nuevas sustancias psicoactivas’ (NSP). Son las llamadas drogas de diseño legales o drogas sintéticas y su consumo está en pleno auge en Europa. Se pueden comprar legalmente, sobre todo a través de internet e imitan los efectos de drogas ilegales como el cannabis, la heroína, la cocaína y el éxtasis.
Sin embargo sus efectos son incluso más peligrosos. Cada año, más de 100 nuevas sustancias aparecen en Europa sin ser detectadas.
El año pasado esta nueva generación de drogas costó la vida a 115 personas en Reino Unido, país que ya está aprobando una norma para prohibir estas sustancias inspirándose en la ley de sustancias psicoactivas de 2010 irlandesa.
Unas imágenes de las cámaras de vigilancia proporcionadas por la policía británica, donde se ve a varias personas bajo los efectos de las NSP, hicieron saltar la alarma sobre los peligrosos efectos de estas drogas, y sobre el creciente número de muertes causadas por drogas de diseño en el Reino Unido, que pasó de 4 en 2009 a 115 el año pasado.
Se dice que estas nueva generación de drogas sintéticas imitan los efectos de la cocaína, la heroína, el éxtasis y el cannabis entre otras. Unas sustancias que han inundado el mercado europeo y que son una auténtica pesadilla para las autoridades antidroga.
¿Pero de qué están hechas?
K2 Black Edition, Fury Extreme, Pink Panthers, Happy Joker Blueberry, MXE. Todas ellas son drogas de diseño pero no se sabe qué hay dentro de ellas y sobre todo en su envoltorio se puede leer «no apto para consumo humano».
Averiguar qué componente químico contienen estas llamadas ‘legal highs’ es lo que hace Stephen Bell en la Universidad de Queen de Belfast.
Él y su equipo de químicos han creado un nuevo método rápido para identificar estas sustancias psicoactivas.
«El método que hemos desarrollado consiste esencialmente en tratar de identificar componentes químicos al ver su frecuencia de vibración. Básicamente cada compuesto químico vibra de una manera diferente porque tienen una composición diferente. Así que esto es como una especie de huella química»,
explica Stephen Bell mostrando los resultados en un ordenador.
«Pero esto también nos permite encontrar rápidamente aquellos que no hemos visto antes, los nuevos que están llegando al mercado y son potencialmente peligrosos porque no los vimos antes. Llamar a estas drogas ‘legal highs’ es una terrible equivocación. En primer lugar porque no son legales, muchos de los componentes y sustancias que contienen están prohibidos y por lo tanto simplemente no son legales. Y nunca han sido probadas por nadie. Esto es simplemente un enorme experimento, donde se está alimentando a los jóvenes con estas cosas esperando que no hagan ningún daño», añade.