[VÍDEO X] El ISIS hace cavar sus propias tumbas a los torturados soldados libios

Los milicianos salafistas de Ansar al-Sharia, cuyo emblema es un par de fusiles de asalto AK-47, el puño cerrado con un dedo apuntando hacia arriba, el Sagrado Corán, y una bandera negra, han dividido Libia en tres wilayat (provincias): Barqah (Cirenaica), Tarablus (Trípoli) y Al Fizan (al sudoeste del país).

Esta filial del autodenominado Estado Islámico, que se ha hecho con el control de varias ciudades de la costa de Libia, incluyendo Bengasi, Sirte, Derna y Nofilia, se aprovecha del despiporre entre los gobiernos de Trípoli y Tobruk.

Así, los esbirros de Bagdadi actúan con total impunidad acribillando civiles acusados de espionaje, colgando sus cadáveres crucificados en las calles, o ejecutando a destajo como en el caso que nos ocupa, documentado en el reciente vídeo que abre estas líneas, y cuyo escenario es Barqah.

Las víctimas son tres soldados acusados de luchar en las filas del general Khalifa Hifter, quien está al frente de una ofensiva contra las milicias islámicas. Dos de ellos son obligados a cavar sus propias tumbas antes de caer fulminados a balazos, mientras que un tercero es degollado. Antes, son interrogados a golpes y obligados a confesar sus ‘pecados’ contra la sharia.

El avance de los yihadistas a solo 300 kilómetros de Europa amenaza el norte de África, es inexorable. Sirte, la otrora perla gadafista, -sede de algunas instituciones gubernamentales importantes-, se ha convertido en la tercera ‘capital’ del ISIS tras Raqqa y Mosul, y su rastro de sangre empapa al Mediterráneo amenazando con hacer naufragar todos los intentos por poner a salvo a miles de civiles que huyen despavoridos.