El sanguinario vídeo es uno más de los que subía el ISIS cuando campaba a sus anchas por una amplia zona de Irak y Siria (El asqueroso plan de los yihadista para manipular a las mujeres y resucitar a ISIS en Europa).
Ahora, casi todos esos asesinos son cadáver, esperan la ejecución en una mazmorra o huyen como conejos, pero un tiempo que imponían su bestial versión de ‘la ley de Mahoma’ y tenían miles de admiradores (Así aplasta un coche ¡dos veces! al líder yihadista de pocas luces ).
Daba cuenta de cómo se las gastan en la por ellos bautizada provincia de Wilayat Ninawa, que no es otra más que Nínive, una gobernación de Irak cuyo nombre proviene de la famosa ciudad asiria donde no han dejado ni una milenaria piedra en su sitio (Perfil del terrorista yihadista en España: marroquíes o segunda generación de inmigrantes).
Lo que se ve en la imágenes ocurre tras haber matado en las últimas horas la coalición antiterrorista que encabeza Estados Unidos a Abu Wahib, -más conocido entre sus familiares como Shaker Wahib al Fahdawi al Dulaimi-, el que fuera responsable militar del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en la provincia raquí de Anbar, por lo que los ánimos estaban aún más encendidos.
Prueba de ello es la ejecución que nos ocupa, y que sienta todo un precedente: los verdugos han sido esta vez varios voluntarios de entre el público (a partir del minuto 10).
Los verdugos acusaban a cinco soldados iraquíes de «apóstatas» y, en vez de cortarles el cuello a cuchillo como parece que iban a hacer, se dirigen a la enfervecida multitud para que les echen una mano.
La respuesta no se hace esperar. Salen en tropel igual número de personas, que con unas pistolas prestadas en ristre revientan la cabeza a tiros a los desventurados de turno.
Tal es el frenesí con el que realizan el ‘trabajito’, que cuesta que dejen de apretar el gatillo. La imagen de los ajusticiados en el suelo es aterradora…