Calibra durante unos segundos su 9K38 Igla con mira infrarroja tierra-aire de origen ruso, y hace blanco. Es un miembro de la milicia Kurda Unidades de Protección Civil (YPS), brazo armado del PKK, quien abate en pleno vuelo a un helicóptero AH-1W Super Cobra del Ejército turco en la provincia de Hakkari, al este de Turquía.
El ataque, que provocó la muerte de los dos tripulantes, se produjo el viernes 13 de mayo de 2016, y en un principio fuentes turcas informaron que había sido una caída accidental; sin embargo, la YPS no tardó en salir a desmentir esto y adjudicarse el ataque:
«Las declaraciones del Estado Mayor turco sobre la caída accidental del helicóptero no corresponden a la realidad. Fue derribado por nosotros cerca de la ciudad de Hakkari el 13 de mayo a las 04:30 horas porque pertenece a las tropas coloniales turcas y realiza operaciones contra el pueblo kurdo».
El conflicto entre las autoridades de Turquía y la guerrilla kurda lleva más de 30 años: los insurgentes exigen una autonomía dentro de la República de Turquía. Asimismo, combaten contra el Estado Islámico y cualquier otro grupo que intente capturar sus territorios.