No hay calificativos. El autodemoniado Estado Islámico acaba de cometer la última de sus atrocidades en Siria: ha decapitado a una niña de 4 años frente a su madre, y después ha empapado sus manos en la sangre de su hija, según da cuenta la agencia ‘FARS News‘ citando el testimonio de una mujer siria que escapó recientemente de Raqqa.
«La madre le dijo a su hija que volviera a casa y ella se negó. Entonces la madre le dijo sin segundas intenciones ‘ve a casa y juro por Alá que voy a decapitarte si no lo haces’ y un combatiente del EI lo escuchó y le dijo a aquella que, al haberlo jurado por dios, estaba obligada a decapitarla. Pero la madre se opuso»,
explicó la mentada, que pidió mantener su anonimato.
«Pero ellos decapitaron a la pequeña y empaparon las manos de su madre en la sangre de su hija».
Asimismo, la misma mujer siria ha revelado que la organización terrorista llenó varios puntos de Raqa -desde la calle Tal Abyaz hasta la plaza al-Naeem- con cabezas de las personas que había sacrificado para infundir terror entre la gente.
«Ellos violan a las mujeres, llevan a los niños a la guerra, saquean casas y amenazan a la gente de Raqa con decapitarles si no están de acuerdo con el matrimonio de sus hijas con miembros del EI».