Las escenas han causado gran controversia en Francia. El suceso tuvo lugar cuando efectivos de la Policía francesa fuertemente armados desmantelaban un campamento de refugiados situado en el centro de París, que había acogido a unas 1.400 personas.
El periodista francés Ricardo Abdahllah registró con su cámara de video el momento en que un agente golpeó y se burló de una mujer refugiada de origen eritreo.
En la grabación la mujer no puede ocultar su angustia ya que los policías le impiden volver al campamento para recoger sus pertenencias. En ese momento un agente de policía se lanza sobre la mujer espetándole «aquí mando yo».
A medida que la mujer le muestra su documentación a una mujer policía mientras llora en voz alta, otro agente se ríe de la refugiada: «No hay ni una sola lágrima en su rostro».