Todo un escándalo. No le ha quedado otra más que dimitir como presidente del comité de Seguridad Interior del Parlamento británico. Es Keith Vaz, el diputado laborista que fue cazado por ‘Daily Mirror‘ con dos chaperos y hablando sobre poppers y cocaína.
«Siento profundamente que los recientes hechos hagan imposible mi permanencia en el puesto. No quiero convertirme una distracción para los trabajos del comité»,
dice en su carta de dimisión.
La renuncia del diputado, casado y con dos hijos, se produce tras unos días de especulaciones y de presiones de los conservadores para que abandonara la comisión. El Partido Conservador consideraba que existía un conflicto de intereses, ya que como presidente de este grupo, promovió la legislación sobre la prostitución y las drogas en el Reino Unido.
El ‘diputado Vaselina’ como se le ha apodado popularmente, fue ex secretario de Estado para Europa de Tony Blair, considerado en su día como el parlamentario de origen asiático de mayor proyección (nació en Yemen), conservará de momento su escaño de diputado.
El domingo 4 de septiembre de 2016, el citado medio publicó fotos y grabaciones que mostraban al diputado en compañía de dos prostitutos de Europa del Este cerca de su residencia familiar.
Según el tabloide, Vaz les pidió que trajeran popper, la droga que potencia la actividad sexual y le trataran como «a una perra».