La madre de Mohammed Atta, uno de los kamikazes que secuestraron los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas de Nueva York, afirma creer que su hijo está vivo en la prisión de Guantánamo, en entrevista el domingo a un periódico español, 15 años después de la tragedia.
Bozaina Mohamed Mustafa Sheraqi afirma al diario El Mundo que Atta, ampliamente reconocido como uno de los organizadores de los ataques del 11 de septiembre de 2001, fue «víctima de un complot» elaborado por Estados Unidos, y que «no ha hecho nada malo».
«Está vivo y éste es el mensaje que le envío a mi hijo. Creo que está en Guantánamo. Hijo, quiero verte antes de morir. Ya tengo 74 anos y vivo con la esperanza de que has sobrevivido. Sé que nunca hiciste nada malo y que jamás podrías hacer eso que van diciendo por ahí. Estoy esperando tu regreso. Ellos (Estados Unidos) están ocultando la verdad», asegura al diario desde El Cairo, donde vive con sus dos hijas.
Con respecto a las miles de personas que murieron en los ataques, Bozaina se negó a mostrar sus condolencias: «No pienso pedir disculpas a las víctimas porque nunca han demostrado que mi hijo fuera culpable y jamás podrán hacerlo». Además, acusó a Estados Unidos de diseñar el atentado para culpar al islam y de ofrecer dinero para «comprar acusaciones» contra su hijo.
«La última vez que lo vi fue un mes antes del 11 de septiembre. Había viajado a Estados Unidos. Es una persona muy amable y tierna. Jamás ha militado en partido político alguno. Es imposible que hiciera eso que le atribuyen», argumenta la madre. También, asegura que la inteligencia egipcia le pidió que avise si sabía algo nuevo de él. Hasta ahora, la espera fue vana: no ha tenido noticias sobre su paradero que coincidan con su teoría.
El periódico dice que se trata de la primera entrevista dada por Bozaina desde la tragedia. La familia ha asegurado varias veces que su hijo nada tuvo que ver con esos ataques y que estaba vivo.
Después de que Mohammed Atta fuera reconocido como uno de los 19 secuestradores aéreos del 11 de septiembre, su fallecido padre (también llamado Mohammed Atta, y que murió en 2008) negó rotundamente este hecho e incluso afirmó que su hijo lo había llamado por teléfono desde un lugar no divulgado, un día después de los ataques.
Sin embargo tras los atentados de Londres en 2005, el padre de Atta pareció aceptar la pérdida de su hijo. Cuando la CNN le pidió una entrevista, pidió a cambio USD 5.000, que iban a ser destinados a financiar nuevos ataques contra Occidente, relata El Mundo. La entrevista nunca se realizó.