Un policía estaba en un restaurante del noreste de la ciudad cuando dos mujeres entraron en el local.
Según ha declarado para ‘Fox 5‘, ambas parecían borrachas y no dudaron en sentarse en su misma mesa para entablar una conversación.
Una de ellas le quitó una patata frita del plato que estaba tomando el policía. Cuando fue a coger la segunda, el policía le advirtió que eso podría considerarse robo, a lo que ella contestó:
«Bueno, entonces tendrás que llevarme a la cárcel».
Al coger una tercera patata frita del plato, el policía la arrestó.
Por el momento, se ha puesto en marcha una investigación sobre el caso.