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El caso encoge el alma. No estamos a favor de la pena de muerte, pero es evidente que esa madre y sus compinches la merecen.
El día que Victoria Martens celebraría su décimo cumpleaños, fue el mismo en el que fue hallada muerta en su hogar en Alburquerque, Nuevo México.
Su madre, Michelle Martens fue detenida. Dijo ser inocente, pero su declaración reconoció que vio como su novio y su primo torturaron y mataron a su hija de 10 años de edad, Victoria Martens.
Fabian Gonzales, novio de la madre, cometió la violación contra Victoria, al menos tres veces, según la declaración de la mujer. Ella dijo sospechar que ese hombre había abusado de la niña mientras ella iba a su trabajo.
Michelle Martens y Fabián Gonzales fueron interrogados durante 8 horas. La madre reconoció haber disfrutado mientras veía que dos hombres tenían sexo con su pequeña. En la declaración nombró a los hombres.
El hallazgo del cuerpo de Vicotria se dio tras el aviso de un vecino que notó actividad irregular en el apartamento. La madre dijo que propiciaba el abuso sexual no por dinero, sino porque disfrutaba verlo.
El suyo ha sido un crimen cuyos detalles la gobernadora de Nuevo México ha calificado de «impronunciables».
La pequeña Victoria fue hallada en una sábana en llamas, metida en una bañera y desmembrada.
Además, le habían inyectado metanfetaminas y había sido atacada sexualmente, así como estrangulada y apuñalada antes de desmembrarla. Su mamá admitió que al menos en tres ocasiones había propiciado que hombres abusaran de Victoria sexualmente.
También la prima de Gonzales, Jessica Kelley, está acusada por el crimen.
Al salir de su comparecencia ante el juez, Gonzales negó a la prensa tener que ver con el asesinato y culpó a su prima.
Aunque dio esa versión antes de abordar la patrulla policial, Gonzales fue señalado por la madre de haber sedado a la niña con metanfetaminas para tener sexo con ella.
Además, la mujer dijo que Kelley tapó la boca de Victoria y que la apuñaló en el estómago.
La madre también señaló a los investigadores que Gonzales y Kelley habrían desmembrado a la niña.
Martens y Gonzales tenian un mes saliendo juntos y se habian conocido en un sitio en internet.
En su página en Facebook Martens se describía como una devota cristiana amante de los niños, informó el principal periódico local, ‘Albuquerque Journal’.
La víctima del crimen, Victoria, era la hija mayor de Martens, que tiene también un niño de 8 años.
«Los quiero tanto», escribió la mujer como comentario de una foto de sus hijos publicada en 2012.
Sin embargo, a pesar de este supuesto amor, conforme a la investigación en los últimos meses Martens dedicó bastante tiempo a la búsqueda de un autor material para el crimen que había tramado mentalmente. Mantuvo encuentros con al menos tres hombres, uno de ellos un compañero de trabajo y otros dos que conoció por Internet.
Uno de estos últimos, Fabian Gonzales, de 31 años, aceptó cometer el espeluznante crimen e invitó a una de sus primas, identificada como Jessica Kelley, para ser su cómplice.
Juntos drogaron a la niña con metanfetamina y la agredieron sexualmente en el apartamento de la familia Martens. Acto seguido el hombre la estranguló y su prima la acuchilló.
A continuación ambos procedieron a desmembrar el cuerpo, pero no terminaron el trabajo, sino que prendieron fuego a los restos en la bañera. Allí la Policía encontró el cadáver de la niña el pasado 24 de agosto, tras ser avisada del humo que salía de una ventana. Varios fragmentos del cuerpo estaban en la cesta de la ropa sucia, envueltos en plástico.
El jefe de la Policía de Albuquerque catalogó el asesinato de la menor como el «homicidio más horroroso» que ha visto en su carrera.
A su juicio, los asesinos «mostraron un total desprecio por la vida humana y la traición de una madre». La propia mujer confesó a los agentes que «disfrutó observando» cómo violaban y mataban a su hija.
Los otros dos acusados tenían antecedentes penales y el hombre se encuentra en el plazo de prueba por agresión contra una mujer.