Dawood Mohammed, de 26 años, ha sido sentenciado a siete años de prisión por violar dos veces a una prostituta en West Yorkshire, Inglaterra. El incidente ocurrió el 11 de agosto de 2014, en la parte de atrás de un pub de carretera. La víctima fue una mujer a la que ya había pagado por otro servicios días antes, aún así la forzó sexualmente, mientras la pedía que no gritase.
Ésta no es la primera condena por violación de Mohammed, ya que a principios de 2015 ya había sido juzgado por dos cargos similares. Sin embargo, por entonces la condena no pudo ponerse en práctica al ser diagnosticado con esquizofrenia paranoide aguda. Finalmente, ya recuperado el joven confesaba en pasado febrero los dos delitos, a los que ahora se le suma este tercero.
Según recoge Telegraph & Argus, en esta ocasión el joven había sido más cuidadoso que en los casos anteriores al coger y quemar el preservativo que él creyó que utilizó en la violación. Sin embargo, lo que Mohammed creía que era un astuto plan para librarse de la cárcel tuvo un sútil pero importante fallo: se llevó el condón usado por otra persona.
Este detalle fue esencial en la investigación, ya que las autoridades pudieron analizar y comparar su ADN, llevádole a los inspectadores hasta él. Así se ha revelado en el proceso judicial donde, además el juez se ha mostrado muy rotundo acerca de la profesión de la víctima: «La naturaleza del trabajo de la mujer no afecta, ‘ni una jota’, a la gravedad de la ofensa, ni el trauma inevitable que ella ha sufrido».