Una terrible venganza que pone el punto de mira sobre un centro de tratamiento chino contra la adicción a Internet para «jóvenes rebeldes» , situado en Shangdong y denunciado en numerosas ocasiones por sus crueles métodos estilo militar: descargas eléctricas, palizas y vejaciones varias.
La protagonista de la misma es una adolescente china de 16 años, identificada por la Policía con el nombre ficticio de Chen Xinran, y que está detenida tras confesar que mató a su madre de hambre, en represalia porque sus progenitores la habían ingresado en tal lugar durante cuatro meses, según da cuenta ‘Thepaper.cn‘.
La institución en Shandong no ha abierto sus puertas a la prensa ni concede entrevistas.
La joven, identificada por la policía con el nombre ficticio de Chen Xinran, y que en un incidente anterior acaecido días antes había acuchillado de gravedad a su padre, se entregó a las autoridades el 16 de septiembre de 2016 en la provincia de Heilongjiang, y explicó que había atado a su madre a una silla durante una semana y no le dio de comer.
Durante ese período, envió por teléfono móvil fotos y vídeos a una tía exigiendo dinero a cambio de liberar a la cautiva, pero para cuando consiguió su objetivo su madre estaba ya muy grave.
La hija llamó a una ambulancia y huyó, aunque tras conocer la muerte de su madre se entregó a la Policía. Varios medios y la activa comunidad china en las redes sociales han trasladado el debate hacia el centro y sus actividades, ya que los responsables de la institución, que rechazan las acusaciones de castigos corporales, no hablan con la prensa o permitir la entrada a sus dependencias. Las autoridades locales han asegurado que van a investigar el centro.
En los últimos años han proliferado en China centros de rehabilitación de jóvenes con problemas diversos en los que se emula a los campamentos de entrenamiento militar y a los que recurren padres que no encuentran otras alternativas como el tratamiento psicológico, aunque ha habido numerosas denuncias de malos tratos.