Un cuadro de devastación total empieza a surgir dos días después de que el huracán Matthew azotara la península sudoeste de Haití.
Según informó la Fuerza de Protección Civil del país el jueves de tarde, el número de muertos asciende ahora a cerca de 300. Autoridades locales le informaron a la agencia de noticias Reuters que son 261.
Unas 50 de las víctimas mortales fallecieron en el pueblo de Roche-a-Bateau, en el sur del país. En esa zona, toda la línea costera fue destrozada.
Haití ha sido uno de los lugares más duramente golpeados por Matthew, que se ha
convertido en el huracán más potente en cruzar el Caribe en casi una década.
«Nunca vi algo así», declaró Louis Paul Raphael, representante del gobierno central en Roche-a-Bateau.
La mayor parte de las víctimas se dieron en poblaciones y localidades pesqueras en la península Tiburón.
Muchas de las muertes fueron causadas por impactos de árboles cayendo, escombros circulando por los aires y ríos inundados.
El huracán golpeó el país caribeño el pasado martes con vientos de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias torrenciales.
Un informe inicial de las autoridades de Protección Civil ubicaba la cifra de fallecidos en 23, pero en la medida en que los equipos de emergencia lograron acceder a zonas más remotas la cifra de víctimas ascendió rápidamente.
«Toda la costa sur de Hatí, desde la ciudad de Les Cayes hasta Tiburón está devastada», le dijo Pierre-Louis Ostin a la agencia de noticias AFP.
Más de 29.000 casas fueron destruidas sólo en el departamento de Sud y más de 20.000 personas fueron desplazadas, según informan las autoridades locales.
En todo el país hay unas 350.000 personas en necesidad de ayuda, de acuerdo a la oficina de Naciones Unidas de Coordinación de Ayuda Humanitaria.
El huracán causó graves daños a la infraestructura del país, incluyendo la destrucción de un puente clave, lo que dejó incomunicado a gran parte del suroeste del país.
El poblado de Jeremie quedó virtualmente arrasado, con las casas vueltas escombros y sus habitantes sin acceso a comida ni a agua potable.
Imágenes aéreas de esa localidad permiten ver centenares de viviendas arrasadas.
El pueblo «ha quedado bastante barrido desde la orilla de la playa hasta llegar a la catedral», le dijo a la BBC el conductor de un programa radial en Puerto Príncipe.
«La devastación que vemos es horrible. El pueblo está en una situación muy difícil», agregó.
Informes citados por una agencia de ayuda humanitaria esbozan un cuadro de devastación casi total en algunos lugares del país.
Según sus datos en esos sitios hasta el 80% de las casas fueron destruidas, los árboles se han caído, las paredes se han derrumbado y los cultivos quedaron destrozados.