«Cuando la gente se entere se preguntará: «¿Quién puso eso ahí? ¿Quién puso eso ahí?»
Estas palabras las dijo en 2009 Buzz Aldrin, el segundo hombre que caminó sobre la Luna, en alusión a un peculiar y solitaria roca gigante que se asienta sobre la superficie de Fobos, una de las lunas de Marte.
Aldrin tenía razón: hay mucha gente intrigada por el monolito de Fobos. Ha inspirado todo tipo de teorías conspirativas sobre extraterrestres y fascinantes discusiones en internet.
Incluso dio nombre a un álbum lanzado este año por Les Claypool y Sean Lennon Ono.
Pero ¿qué es y cómo llegó hasta allí?
Erosión natural
El monolito tiene el aspecto de una enorme roca y fue descrito como un edificio de gran tamaño, de unos 90 metros de altura.
Se encuentra en una región desolada y desierta de Fobos, lo cual lo hace parecer aún más impresionante.
No es el único; Marte cuenta con su propio monolito.
Pero la comunidad científica no contempla esos monolitos como evidencia de civilizaciones extraterrestres avanzadas.
El monolito marciano es, casi con seguridad, poco más que un pedazo de roca con un borde más o menos recto que se desplomó de un acantilado cercano.
Las fuerzas erosivas naturales también pueden explicar por qué en Marte parece haber una «cuchara flotante» y una pirámide de estilo egipcio.
Otros fenómenos espeluznantes, como la infame «cara de Marte», no parecen tan inusuales vistos desde cerca o desde un ángulo diferente.
Pero el monolito de Fobos todavía no ha recibido demasiada atención científica.
Es posible que tan sólo sea un fragmento que se formó durante un impacto.
Hay cierta de evidencia de que Fobos pudo sufrir el impacto de algún asteroide. Teniendo en cuenta que es muy pequeño, los escombros también pueden impactar sobre su superficie.
Esos residuos podrían, en realidad, ser arrojados a Fobos desde la superficie de Marte, pues el Planeta Rojo recibe colisiones de asteroides de vez en cuando.
Algunos cálculos sugieren que cerca de 250 partes por millón -o incluso más- de los restos de roca no consolidada en la superficie de Fobos provienen de Marte.
El objeto más misterioso
Otra teoría dice que el monolito de Fobos no se formó durante un impacto, sino que podría ser un pedazo extraño de roca sólida lunar, asomando a través de una superficie que, en su mayoría, está cubierta de escombros.
Esa idea fue discutida hace años por los científicos planetarios que exploraban la posibilidad de realizar una misión a Fobos.
Si la hipótesis es cierta, significaría que el monolito podría encerrar las claves sobre los orígenes del propio Fobos.
Y eso haría del monolito algo sorprendentemente interesante.
Según algunas ciencias planetarias, Fobos es prácticamente el objeto más misterioso de todo el Planeta Solar.
Fobos es una de las dos pequeñas lunas que orbitan alrededor de Marte; la otra se llama Deimos. Y no está muy claro cómo llegaron allí.
Ambas son pequeñas y de forma irregular, lo cual las hace parecer asteroides que cayeron en las ondas gravitacionales de Marte hace tiempo.
Pero la forma en que las lunas orbitan Marte hace incompatible esa idea del «asteroide atrapado».
Una teoría alternativa dice que se formaron a partir del mismo material de Marte cuando el planeta se creó, hace miles de millones de años.
Pero medidas astronómicas precisas revelaron que Fobos tiene una densidad mucho más baja que la típica roca marciana.
Un gran impacto
Eso deja en el aire una tercera idea: Marte sufrió un devastador impacto con un enorme protoplaneta (embrión planetario) hace tiempo, lo cual generó las dos lunas.
Se cree que un tipo similar de colisión propició la creación de la Luna de la Tierra. Pero nuestra Luna es grande, y Fobos y Deimos son diminutas.
Un gran impacto debería haber dotado a Marte de un satélite mucho mayor.
Sin embargo, un par de estudios publicados en 2016 podrían haber resuelto el misterio.
Ambos concluyeron que la tercera idea es correcta.
Y mientras uno dice que las lunas no son asteroides atrapados, el segundo establece una hipótesis detallada que puede explicar cómo Marte acabó teniendo dos pequeñas lunas.
Aparentemente, el gran impacto generó una gran luna. Y esa gran luna dio lugar a la formación de Fobos y Deimos, y de muchos otros satélites, a partir de los escombros que quedaron.
Al final, la gran luna y todo excepto las dos pequeñas lunas que orbitan cerca de Marte se desintegraron y regresaron a la superficie marciana. Tan sólo Fobos y Deimos sobrevivieron.
Algunas expediciones que se han propuesto para analizar la composición de Fobos y su monolito podrían poner a prueba esa idea.
Pero el tiempo avanza. En 2015, la NASA sugirió que Fobos se está desintegrando poco a poco. Los surcos de su superficie podrían ser señales tempranas del proceso.
Por suerte, todavía hay mucho tiempo para visitar Fobos antes de que muera: faltan de 30 a 50 millones de años para que se desintegre.