Verónica Panarello ha sido condenada a 30 años de cárcel por asesinar a su hijo Loris, de ocho años en Ragusa, Sicilia. Según el juez, la mujer mató a su hijo con «premeditación y crueldad» porque la vio manteniendo relaciones sexuales con su suegro. Panarello estranguló a Loris y después escondió el cuerpo en un barranco.
La mujer, que siempre ha mantenido su inocencia, rompió a llorar cuando escuchó la condena del juez por un «homicido con premeditación y crueldad». Verónica Panarello ha mantenido siempre su inocencia y ha culpado del crimen al abuelo, Andrea Stival.
Su abogado dijo que «¿Le remordió la conciencia? No, se considera inocente», según recoge La Repubblica.
A Loris, según la condena su madre lo estranguló en septiembre de 2014 y después lo escondió en un barranco.
David Stival, pareja de la condenada y papá de Loris, asistió a la lectura de la sentencia en la sala acompañado por madre, Pinuccia. Ninguno de los dos emitieron sonido alguno cuando escucharon la condena.