Para Michael O'Connor la asociación es inevitable: el olor de los fuegos artificiales o ver alguna gota de sangre lo regresa de inmediato a la noche de terror del 13 de noviembre

Una pareja de supervivientes de Bataclan: «Se levanta de repente en la noche porque piensa que lo están persiguiendo»

Una pareja de supervivientes de Bataclan: "Se levanta de repente en la noche porque piensa que lo están persiguiendo"

Para Michael O’Connor la asociación es inevitable: el olor de los fuegos artificiales o ver alguna gota de sangre lo regresa de inmediato a la noche de terror del 13 de noviembre, en la que 89 personas murieron en el teatro Bataclan en París.

«Tengo miles de imágenes de esa noche. Miles de desagradables imágenes en mi cabeza que va a ser muy difícil quitarme algún día», le dijo O’Connor a la BBC.

O’Connor fue llamado héroe después de que cubriera el cuerpo de su novia Sara Badel cuando dos atacantes, armados con fusiles de asalto, comenzaron a disparar contra el público reunido esa noche en el Bataclan.

Michael y Sara están planeando unas vacaciones en Tailandia para borrar de la memoria el horror de París.

Ambos sobrevivieron a los ataques organizados en distintos puntos de París donde en total murieron 130 personas.

Pero un año después de aquella atrocidad, relató cómo el terror lo convirtió en otra persona.

«Muchas veces no puedo hallarme. Sobre cosas realmente insignificantes pierdo la paciencia. Y así no soy yo», relató.

«Otras veces estoy muy triste. Realmente yo no era así: era una persona feliz y optimista que disfrutaba la vida. Y no digo que ahora no la disfrute, porque estoy enormemente agradecido de estar vivo. Y voy a aprovechar cada segundo que me queda».

Pero no puede ignorar que aquella tragedia le dejó varias secuelas.

Con esperanzas

El hombre, que trabaja como chef en Francia, dijo que tras el ataque al que sobrevivió comenzó a tener sentimientos de felicidad y depresión al mismo tiempo.

«Obviamente, el tiempo lo cura todo. Pero un año no es mucho tiempo en el gran esquema de esa curación».

«Espero que mientras más pasen los meses y los años, vaya volviendo a ser la persona que era. Solo espero no estar muy lejos de eso», dijo.

Aquella fatídica noche, O’Connor estaba bailando con Sara cerca del escenario cuando comenzó el tiroteo.

El ataque era parte una serie de atentados por toda la capital francesa que incluyó bombas en el principal estadio de la ciudad, restaurantes y bares y que dejó un saldo de 130 personas muertas y centenares de heridos.

Al menos 90 personas murieron dentro del teatro Bataclan el 13 de noviembre de 2015.

Fuegos artificiales

O’Connor contó que la conmemoración del primer aniversario de los ataques de París le ha disparado una serie de recuerdos.

«Puede ser un olor, un sonido. Por ejemplo, los fuegos artificiales me hacen pensar siempre en esa noche», dijo.

«O cuando estoy cocinando y veo sangre regada sobre la tabla donde estoy cortando un pedazo de carne. Cosas así», añadió.

Sara Badel, su novia y quien trabaja como profesora en un colegio, narró que en una noche O’Connor se llegó a despertar aterrorizado. Y teme por su salud mental a largo plazo.

«Se levanta de repente en la noche porque piensa que lo están persiguiendo», anotó Badel.

«Él insiste con que está bien, pero necesita ayuda profesional, terapia. Yo vivo con él y, aunque lo niegue, es evidente que necesita algo de ayuda», dijo.

Según el gobierno de Francia, más de 600 personas todavía están en tratamiento psicológico después del ataque.

Los ataques a París el 13 de noviembre de 2015 dejaron 130 muertos.

La pareja se conoció en la ciudad de Newcastle, en el noroeste de Reino Unido, cuando ella trabajaba en una escuela primaria. Ahora viven en Lyon.

Ellos estaban conociendo París por primera vez cuando quedaron en medio de los ataques. Ambos admiten que la relación ha tenido varias crisis debido a lo que vivieron.

«Aunque ambos pasamos por lo mismo, lo experimentamos de forma distinta. Algunas veces ella quiere hablar de eso y yo no. Y viceversa. Es muy duro», relató O’Connor.

«Al mismo tiempo, supongo, es algo paradójico que hayamos sobrevivido juntos a eso: te puede acercar o separar para siempre. Pero lo que sea, yo a ella no la cambio por nada», dijo.

La culpa

Después de escapar a los ataques de París, la pareja regresó a Lyon, donde los visitaron familiares y amigos.

Este sábado volvió la música a Bataclan: la sala remodelada reabrió con un concierto de Sting a beneficio de las víctimas.

Los días siguientes, sin duda, fueron los peores: él no podía sentarse, se olvidaba de comer y de dormir, porque de alguna manera «no le veía la importancia a nada».

«De alguna manera logras salir de ese atolladero. Tengo que admitir que comencé a comer, beber y a disfrutar de estar vivo», dijo.

«Pero entonces comencé a sentirme culpable de eso y de disfrutarlo», explicó.

Para su novia, las cosas fueron mucho más profundas.

«La sensación fue como llorar a una persona que amas mucho, que acaba de morir, pero además con todo el horror que presenciamos», explicó Badel.

«Tienes este sentimiento de profunda tristeza, vacío y al mismo tiempo el terror de que vuelva a ocurrir», concluyó.

Vamos mejorando

En un intento de dejar todo atrás, la pareja planeó un viaje de un mes por Tailandia.
Su objetivo es claro: reemplazar los recuerdos de aquel 13 de noviembre con unos más felices.

La pareja ha sufrido de algunos altibajos después de que vivieron el ataque al teatro Bataclan en París.

«De alguna manera vamos mejorando. Empiezas a ver a tu familia y a tus amigos y visitas lugares que no conoces. Comienzas a poner buenas imágenes en tu cabeza que oculten las malas», señaló él.

«He conocido tanta gente buena, que me recuerda a cada momento que el mundo no es un lugar malvado», sentenció.

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