El Parlamento ruso ha aprobado en primera vuelta, con 368 votos a favor, un voto en contra y una abstención, una propuesta para que las agresiones domésticas dejen de juzgarse por el código penal y pase a ser un delito civil. Con esta nueva consideración, un hombre que agreda a su mujer sólo pagaría una multa de 500 euros, 120 horas de trabajo social o un arresto de hasta 15 días.
La impulsora de esta iniciativa es Elena Mizulina, diputada del partido conservador Rusia Justa, que afirma que la violencia machista que se produce de marido a mujer en el entorno familiar sólo debe ser una falta administrativa: «Hay personas encarceladas durante dos años y etiquetadas como criminales simplemente por dar una torta».
Con la nueva norma, que ha nacido como reacción de los conservadores a la propuesta de equiparar la violencia machista a los delitos de odio, los agresores machistas sólo irán a prisión si agreden a la mujer más de una vez al año.
Elena Mizluna, que también ha impulsado otras iniciativas como «la penalización de la propaganda gay», ha llegado a afirmar que la prisión por la agresión de un hombre a su mujer durante una discusión «va contra la familia». Si la propuesta vuelve a ganar en segunda votación no serán delito las agresiones entre cualquier miembro de una familia; padre, madre e hijos.