El primer ministro Haider al Abadi anunció este domingo 19 de febrero de 2017 el lanzamiento de una operación de las fuerzas iraquíes para arrebatar al autoproclamado Estado Islámico la parte oeste de Mosul, segunda ciudad de Irak que los yihadistas ocupan desde 2014.
Y mientras tanto, nos llegan unas terribles imágenes de la zona, donde los soldados muestran decenas de cadáveres de miembros del ISIS apilados en una especie de habitación, entre las ruinas.
«El primer ministro anunció el lanzamiento de las operaciones de liberación de la parte oeste de Mosul», según un comunicado.
Las fuerzas federales iraquíes lanzaron el 17 de octubre una gran ofensiva para retomar Mosul, último bastión de los yihadistas del EI en Irak. Tras semanas de duros combates, en enero consiguieron controlar la zona este de la ciudad.
«Anunciamos el inicio de una nueva fase de la operación. Nínive, venimos para liberar la parte oeste de Mosul», afirmó Abadi en un breve discurso televisado, haciendo alusión a la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul.
«Nuestras fuerzas han empezado a liberar a los ciudadanos del terror de Dáesh», añadió, utilizando el acrónimo árabe del EI.
La coalición internacional liderada por Washington celebró el domingo la reanudación de la ofensiva, «un rudo combate para cualquier ejército» y para la que «las fuerzas iraquíes están a la altura del desafío», aseguro el comandante estadounidense Stephen Townsend.
El responsable alabó la implicación de «valientes soldados» y «policías» iraquíes, pero también de las «milicias», pese a que algunas de estas últimas están directamente vinculadas a Irán.
La conquista de Mosul supondría el final de la presencia en Irak del EI como fuerza implantada en el territorio y sería un serio revés para el «califato».
En la vecina Siria, el EI defiende con uñas y dientes su feudo de Raqa, así como la ciudad vecina de Al Bab, cerca de la frontera turca.
En manos yihadistas desde junio de 2014
El grupo extremista tomó el control de Mosul, la gran ciudad del norte de Irak, en junio de 2014.
La parte occidental de Mosul es más pequeña que la parte oriental, pero está más densamente poblada y es en esta zona donde se encuentran algunos de los baluartes de los yihadistas.
Es posible que la policía federal y las tropas del ministerio del Interior inicien esta nueva fase de la ofensiva avanzando hacia el aeropuerto de Mosul, situado en la periferia sur de la ciudad, al oeste del Tigris, el río que atraviesa la ciudad.
Esta podría convertirse en una de las mayores batallas desde el inicio de la ofensiva para reconquistar la ciudad, hace cuatro meses.
Cercado en su último gran bastión en Irak, el EI opone desde el 17 de octubre una feroz resistencia para defender Mosul, donde su líder Abu Bakr al Bagdadi había proclamado un «califato» en junio de 2014.
Tras haber conseguido controlar los alrededores de Mosul, las fuerzas de élite iraquíes — las unidades del servicio antiterrorista — necesitaron más de dos meses para reconquistar, a finales de enero, la parte este de Mosul.
En el oeste, las callejuelas del casco viejo de la ciudad harán muy difícil el paso de los vehículos militares, lo que ralentizará el avance de las fuerzas federales, advirtieron los analistas.
Batalla más difícil, combates casa por casa
La batalla por el oeste de Mosul «podría ser más difícil, con combates casa por casa, más sangrientos y a mayor escala», advierte Patrick Skinner, del Soufan Group Intelligence Consultancy.
Además los yihadistas podrían beneficiarse de un mayor apoyo de los habitantes de la zona oeste, en su mayoría sunitas, que en la parte este, estiman los analistas.
«La resistencia del EI podría ser más importante en esta zona y será más difícil, pero más esencial, limpiar totalmente Mosul de las redes (yihadistas) después de su toma», informa Emily Anagnostos, del Institute for the Study of War.
Las fuerzas federales sufren un desgaste importante, pero el EI, más todavía. Los yihadistas podrían no tener suficientes recursos para defender el oeste de Mosul de forma eficaz.
Sin embargo, incluso en las zonas reconquistadas, el EI siguen atacando, lo que refleja la dificultad para las fuerzas iraquíes de asegurarse que los yihadistas no están mezclados entre la población civil.