Se toman la justicia, -en minúscula-, por su mano mientras muchos de ellos dicen luchar y condenar las barbaries de los terroristas de Boko Haram, con todas las bendiciones del descerebrado presidente y ex general musulmán Muhammadu Buhari.
Y son quizá más salvajes aún que los mentados terroristas, ya que no dudan en pasar el cuello de los infortunados de turno no ya bajo el filo de un cuchillo cualquiera, sino a través del ‘necklacing’, esto es, meter a sus víctimas entre neumáticos para prenderles fuego dándoles de palos. Es su técnica preferida.
El atroz vídeo que abre estas líneas da así fe de cómo se las gastan en Nigeria, donde esta vez le ha tocado el turno a un ladrón de poca monta que vaya usted a saber qué diantres había robado en una perdida aldea de esos lares.
Los iracundos y salvajes vecinos lo queman vivo, no sin antes darle una paliza de espanto, con palos, piedras y lo que haga falta, al unísono grito de «¡matadle ya»!.