En la ciudad de Al Raqa, principal feudo del autoproclamado grupo yihadista Estado Islámico, siguen las torturas y los atroces asesinatos de civiles, ajenos los terroristas al avance que durante estas últimas horas han realizado las Fuerzas de Siria Democrática (FSD, grupo multiétnico y multiconfesional), respaldadas cómo no por la coalición internacional liderada por EEUU.
Sin embargo, a pesar de que también cuentan con la ayuda de grupos árabes y de otras minorías étnicas y religiosas aparte de los kurdos, -situados todos ellos a escasos 8 kilómetros del mentado lugar-, poco o nada pueden hacer para impedir que el ISIS siga grabando atroces vídeos como el que nos ocupa, lanzado a las redes menos convencionales durante estas últimas horas.
Así, el protagonista del mismo, amén del tembloroso infortunado de turno, es un verdugo bien comido que se lleva a unos niños, -futuros combatientes del DAESH y que van ya bien armados-, para que aprendan in situ cómo degollar a los prisioneros con destreza y soltando cuchillo en mano el rollo de costumbre, en el que siempre está presente Alá.
La escena es dantesca. El tipo corta el cuello al condenado -que no se sabe de qué demonios se le acusa, aunque el mentado le acusa de ser una especie de maligno personaje- y deja que se desangre, con el detalle de que antes lo ha colgado cabeza abajo como si fuese un cerdo.
El 4 de febrero de 2017 dio comienzo la tercera fase de la ofensiva contra estos cafres en esta provincia, que también son hostigados por el Ejército sirio y las fuerzas turcas en otras partes del país árabe.
Estados Unidos tiene unos 500 miembros de las fuerzas especiales en la zona para apoyar tácticamente y con inteligencia a las FSD, y no descarta enviar más tropas para el asalto final.