Lo que faltaba. Las bestias del ISIS acaban de difundir un vídeo en el que aparecen milicianos chinos uigures de corta edad, -y expertos en artes marciales-, entrenándose en Irak y en el que asegura que «plantará su bandera en China».
Asimismo han incluido escenas de disturbios en Xinjiang en esa grabación, que dura 30 minutos y que ofrecemos recortada. Uno de los planos muestra al presidente chino, Xi Jinping, para luego dar paso a imágenes de la bandera china devorada por las llamas.
«¡Hola, hermanos! Hoy estamos luchando contra infieles en todo el mundo. Les digo una cosa: ¡vengan y vivan aquí! ¡Permanezcan fuertes!», explicó uno de los milicianos árabes que aparecen en el video. «Vamos a plantar nuestra bandera en América, China y Rusia; en todos los territorios infieles del mundo», añadió.
En otra de las escenas, se puede ver a un hombre hablando en dialecto uigur y dice: «Nuestro país de sharia ha sido construido a base de derramamiento de sangre».
En el video, los yihadistas muestran imágenes de varios hombres uigures, a los que definen como «mártires» y «Al Turkistani», el nombre que utilizan dentro de la comunidad uigur para referirse a sí mismos. ‘Al Turkistani’ significa «hombres del Turkistán», la palabra que utilizan para denominar a Xinjiang.
«Como venganza por todas las lágrimas que fluyen de los ojos de los oprimidos, vamos a hacer que vuestra sangre corra por los ríos», asegura otro de los hombre uigures que aparecen en el cortometraje.
El video ha sido distribuido a los medios de comunicación por la agencia privada de inteligencia SITE, que se encarga de analizar la presencia cibernética de grupos terroristas.
«Llevamos mucho tiempo diciendo que las fuerzas del este de Turkistán son una amenaza muy seria para la seguridad de China y estamos dispuestos a trabajar con la comunidad internacional para acabar con las fuerzas terroristas», aseguró este jueves el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang.
El gobierno chino acusa a «milicianos extranjeros» de provocar disturbios y enfrentamientos en Xinjiang, donde asegura que está haciendo frente a una disidencia que quiere crear un Estado independiente llamado «Turkestán Oriental».
No obstante, muchos grupos por los derechos humanos dudan de que realmente exista una resistencia armada en Xinjiang y alegan que los disturbios y la indignación entre la población uigur son fruto de la represión policial.
El gobierno de China teme que los uigures, una comunidad china que profesa la fe musulmana, hayan acudido a Siria o a Irak para luchar en nombre de los grupos islamistas radicales que operan en la región.
El autoproclamado Estado Islámico reivindicó en 2015 el asesinato de un rehén chino. Cientos de personas han muerto desde entonces en la provincia de Xinjiang, donde se concentra la comunidad uigur. Los problemas entre la minoría musulmana y la mayoría étnica en la región han causado tensiones entre los líderes de esta comunidad y el gobierno chino.