Médicos canadienses de una unidad de terapia intensiva han observado un fenómeno al que son aún incapaces de encontrar explicación: pese a habérsele retirado el sistema de soporte vital a un paciente, este siguió manifestando actividad cerebral persistente durante diez minutos después de muerto, según un artículo publicado por científicos de la Universidad de Ontario Occidental en la revista ‘Canadian Journal of Neurological Sciences’.
Brain Activity At The Moment of Death https://t.co/n6c8XW008V New post: an EEG study of the last moments of life. pic.twitter.com/oKwEAKBbV6
— Neuroskeptic (@Neuro_Skeptic) 3 de marzo de 2017
Después de que se les retirara el mismo soporte vital a cuatro personas analizadas, la actividad solo registró en una de ellas. Los doctores intentaron encontrarle pulso, presión arterial y la reacción de las pupilas, pero no hallaron otras señales de vida.
Los científicos no encuentran ninguna explicación a lo sucedido. Aconsejan no extraer conclusiones demasiado pronto, dado que es un caso aislado y sin precedentes. Además, barajan la posibilidad de que se haya producido un error en el material médico.