Un vídeo muestra el momento en que el extremista islámico deja caer una bolsa de compras y ataca por detrás a una mujer soldado en el aeropuerto de Orly, cerca de París. (El terrorista islámico de París-Orly juró borracho «morir por Alá» antes de caer abatido).
El ataque ocurrido el sábado 18 de marzo de 2017 sembró el pánico y paralizó toda la actividad en el segundo mayor aeropuerto de la capital francesa. En la grabación se observa el momento cuando el agresor sujeta por el cuello a la militar, cuyo camarada caminaba pocos pasos más adelante.
El agresor deja caer una bolsa, que según las investigaciones tenía un recipiente de gasolina. Esgrimiendo un revólver, trata de derribar hacia atrás a la mujer.
Pasan unos momentos en que nadie reacciona. Un pasajero pasa cerca, rodando su maleta. El camarada de la soldado sigue caminando. Entonces repentinamente la gente comienza a huir, al tiempo que el agresor arrastra a la mujer tomada como rehén.
Al grito de que quería matar y morir por Alá, Ziyed Ben Belgacem trata de quitarle el fusil a la soldado, cerca de un pequeño grupo de transeúntes.
Belgacem usa a la mujer como escudo humano tras lograr quitarle el fusil, pero queda al descubierto al ponerse de pie; otros soldados le disparan. La mujer soldado huye a gatas.
Todo el episodio duró menos de tres minutos. Nadie en el aeropuerto resultó lastimado.
Poco antes, Belgacem disparó un arma de perdigones contra un policía de tránsito que le había dado la orden de alto en la autopista. El francés, de 39 años, tenía un largo historial delictivo relacionado con drogas y robos.
Rastros de cocaína y cannabis fueron detectados en la sangre del agresor en los exámenes toxicológicos efectuados al cadáver como parte de la autopsia, dijo la Fiscalía de París.
El hombre tenía 0,93 gramos de alcohol por litro de sangre cuando fue abatido el sábado, según la Fiscalía. La cantidad casi duplica el límite legal para conducir un vehículo en Francia.
En una entrevista el domingo con la radio francesa Europe 1, un hombre que se identificó como el padre del sospechoso afirmó que su hijo no practicaba el islam y que consumía alcohol.
«Mi hijo nunca ha sido un terrorista. Nunca asistía a las oraciones. Bebía. Bajo los efectos del alcohol y el cannabis, así es como termina uno», afirmó el padre, a quien Europe 1 no identificó por su nombre.