Diputada feminista sueca: "Que los refugiados violen a las mujeres es mejor a que lo hagan los suecos"
De ser considerado como uno de los mejores países para vivir de la UE, a estar ahora bautizado como la ‘Capital europea de la Violación, ha habido mas que un paso: los mismos que han dado hasta sus fronteras y durante estos últimos años 300.000 musulmanes, que se han asentado a lo largo y ancho del territorio. Es Suecia, donde las ‘bonachonas’ políticas en materia exterior se han cobrado una factura que pocos se esperaban. (Las suecas en bikini que acojonan a los refugiados salidos: ¡Batallón Antisobón!).
Según da cuenta ‘Dispatch International‘, la tasa de criminalidad aumenta alarmantemente por parte de los musulmanes, y las agresiones sexuales a niños y jóvenes suecos, la mayoría mujeres, están a la orden del día. Y todo ello pese al pacto de silencio de muchos medios sobre sus desmanes, caso que nos ocupa, y cuyo vídeo -prohibido por tal motivo- emerge ahora merced a un tal Mikael Nyren, que lo ha colgado en su muro de Facebook. (El vergonzoso silencio sobre las agresiones sexuales de refugiados a adolescentes suecas).
Mientras, todavía colean las declaraciones de la diputada del Partido de la Izquierda socialista y feminista, Barbro Sörman, quién aseguraba en su cuenta oficial de Twitter que
«es normal que los refugiados tiendan a querer violar a las mujeres porque es algo cultural en sus países. Los hombres suecos que violan lo hacen por elección activa. Es peor a que lo hagan los refugiados». (El chico mordido y violado en un bosque sueco por cinco refugiados afganos).
La grabación que abre estas líneas da idea de cómo se las gastan los solicitantes de asilo, crecidos por esta impunidad, y por el hecho de que muchos de ellos intuyen que dentro de unos 15 años los suecos pasarán a ser una minoría en su propio país. Están en ello. No en balde Suecia se acerca rápidamente a un colapso completo. Cada vez más municipios están dando la voz de alarma: si los inmigrantes siguen llegando a este ritmo, el Gobierno ya no puede garantizar un funcionamiento normal de servicios a sus ciudadanos. (El ataque sexual de unos refugiados a 35 adolescentes suecas: «¡Había chicas llorando por todas partes!»).
El migrante que nos ocupa se enfrenta con piedras a tres mujeres policías, ayudadas por un oficial algo patoso. Las oficiales tratan de detenerle, pero cuando ya lo tienen aparentemente reducido, reciben una somanta de tortas que les hace retroceder, momento en que el iracundo de turno les lanza otra andanada de piedras, esta vez contra los cristales del coche patrulla.
Tras zafarse camina tranquilamente hacia el centro que le acoge, en Fagersjö, al sur de Estocolmo, donde trata de prender fuego a varias dependencias. Finalmente, según informa ‘FriaTider‘, fue detenido tras la llegada de refuerzos policiales.
Las modosas agentes habían acudido al lugar para llevarle a la cárcel, acusado de un delito no especificado. Los hechos se registraron el 20 de marzo de 2017. Las imágenes fueron grabadas desde el edificio de acogida por varios compañeros del enloquecido extranjero, quienes ríen a carcajadas sus ‘ocurrencias’. Uno de ellos, como puede observarse al principio de la grabación, trata en vano de frenarlo, aunque sale escaldado.