Llevaron hasta sus últimas consecuencias la particular ‘Ley de la Blasfemia’ que rige en Pakistán, y que se traduce sin remedio en pena de muerte.
En esta ocasión, sin embargo, el acusado no pasó a engrosar la lista de personas que esperan su sentencia en una cárcel cualquiera -más de mil en estos momentos según el informe sobre Libertad Religosa en el mundo– sino que fue asesinado a patadas, puñetazos y ladrillazos por una iracunda horda estudiantil.
El entramado normativo que afrenta a la libertad de religión y discrimina a las personas, y que incluye artículos del Código Penal y de la Constitución del país, fue la excusa para que un estudiante de Periodismo, llamado, Mashal Khan, fuera linchado por sus propios compañeros en el campus de la universidad pakistaní Abdul Wali Khan, en la norteña ciudad de Mardan.
Lo desnudaron entre gritos de «Allahu Akbar» (Alá es grande), y parece ser que incluso le pegaron un tiro tras la mortal paliza.
Los fanáticos quisieron quemar el cuerpo de Khan después de matarlo y su cuerpo fue arrojado desde el segundo piso de su residencia estudiantil.
Las informaciones sobre el desencadenante del suceso no están del todo claras, aunque al fin y al cabo tanto da: el infortunado se había atrevido a dar su opinión sobre temas religiosos, por lo que se le acusó de blasfemo.
Así, algunos medios dan cuenta de que Khan había escrito en las redes sociales una crítica sobre el islam, y otros que todo ocurrió tras una discusión con compañeros de clase sobre las opiniones religiosas del estudiante.
Según esta versión, la polémica subió tanto de tono que los profesores lo encerraron en una habitación para tratar de preservar su integridad, lo que no pudo salvarle del ataque de la enfurecida muchedumbre.
En cuanto a la cifra de detenidos tampoco hay consenso: según la fuente, los números varían entre 10, 11 y 45.
