No se sabe a ciencia cierta si la grabación tiene como escenario a Siria e Irak, pero acaba de ser lanzada a las redes por los propios yihadistas, que han perdido los papeles por lo que se ve.
Se trata de un ataque aéreo de un bombardero pesado estadounidense B-52 Stratofortress, un veterano de la Guerra Fría, que alcanza con sus bombas a un grupo de combatientes armados del autoproclamado Estado Islámico que estaban subiendo por una duna de arena.
Según International Business Times que cita al grupo de monitoreo independiente Airwars, la coalición lanzó en marzo de 2017 268 ataques aéreos en Irak y 434 en Siria «que segaron las vidas de al menos 1.782 civiles».