El capitán Amir Akhtar Hashmise se echó una siesta de dos horas y media en la cabina de los pasajeros ‘business’ mientras el avión volaba rumbo a Londres.
El piloto dejó la aeronave al mando de un aprendiz y se dispuso a dormir, poniendo en riesgo la vida de los más de 300 pasajeros
En un principio la aerolínea se mantuvo reacia a tomar medidas contra Hashmi, al ser el expresidente de la influyente compañía Pakistan Air Lines Pilots Association , pero más tarde tuvo que ceder después de recibir presiones y el portavoz de la compañía anunció que Hashmi se encontraba ya fuera de sus funciones.
Fuentes aseguran que Hashmi cobra un suelo muy abundante cada mes por entrenar a pilotos, y en esta ocasión le tocaba entrenar a Ali Hassan Yazdani. Sin embargo, en vez de realizar su deber se dedicó a dormir la siesta.
El avión transportaba un total de 305 pasajeros, 293 que viajaban en la cabina económica y 12 que viajaban en la cabina business.