Se libraron de dos azotes más, ya que se los condonaron por los días que se pasaron a pan y agua en la cárcel (TVE pierde el norte: ¡Llama ‘»xenófobos» a quienes se oponen a la ley islámica!).
Sin embargo, nadie les quitó los 83 varazos que recibieron cada uno de ellos tras ser condenados, el martes 23 de mayo de 2017, por un tribunal islámico en la ciudad de Aceh, situada en el extremo norte de la isla de Sumatra (La mujer ‘cariñosa’ que pierde el sentido a bastonazos mientras jalea su tortura una islámica chusma).
En esos lares empezó a regir la sharia en 2001, como concesión del Gobierno central para que abandonase sus aspiraciones independentistas.
Según se hace eco ‘CNN‘, son dos jóvenes de 20 y 23 años, quienes fueron detenidos en marzo de este año, después de que unos vecinos con mucha mala leche irrumpieran en su domicilio y los grabasen con una cámara de vídeo mientras mantenían relaciones sexuales.
Allí, los retuvieron a tortazo limpio hasta que llegó la policía, como puede verse en el vídeo sobre estas líneas.
La incalificable sentencia, fue ejecutada en un escenario levantado delante de una mezquita en Banda Aceh, la capital provincial y ante varios centenares de personas que no cabían de gozo. (Véase la opinión de una de las señoras presentes).
Amos temen ahora por su integridad, y preparan sigilosamente su salida de la ciudad.
La condena decidida por los jueces fue superior a los 80 golpes que había solicitado la fiscalía, pero inferior a la pena máxima de 100 que contempla la ley para ese delito.
Debido a la ley islámica, en esta región se castiga el consumo de alcohol, las apuestas y las relaciones sexuales antes del matrimonio.
El lunes, 141 hombres fueron arrestados en un club de Yakarta por supuestamente violar la ley contra la pornografía al asistir a una fiesta gay, diez de los cuales se enfrentan a penas de hasta quince años de prisión.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Human Rights Watch han denunciado un aumento de la represión contra la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) en los últimos años en Indonesia, el país con más población musulmana del mundo.