Después de que el 10 de mayo de 2017 la alianza rebelde Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), -una coalición dominada por las milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos-, tomara la ciudad de Tabqa, a unos 50 kilómetros al oeste de Raqa, la capital siria del autoproclamado Estado Islámico, las cosas no se han calmado ni muchísimo menos.
Los seis meses de batalla a los yihadistas, han servido ahora para que los mentados se lancen en tromba, tras perder su estratégica presa sobre el río Éufrates, y a por todas.
De ello da fe el vídeo que acompaña estas líneas, donde cuatro de ellos se acercan a una trinchera kurda con la aparente intención de rendirse. Tras ser conminados a subirse las chaquetas, los soldados se percacan de que llevan explosivos adheridos al cuerpo, momento en que los acribillan sin contemplaciones. Las posteriores explosiones certifican que no iban equivocados.
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