En 1990, Evelin Grünwald dio a luz a una niña en el hospital universitario de la ciudad austriaca de Graz. Sin embargo, los médicos entregaron a la madre a otro bebé, al que cuidó como si fuera el suyo.
No fue hasta el año 2014 cuando unos análisis clínicos de la menor demostraron que no guardaba parentesco biológico con sus padres. Dos años después hicieron público lo ocurrido, con la intención de encontrar a la madre y al bebé intercambiado, pese a la negativa del hospital de haber cometido una negligencia.
El centro médico argumenta que no nació ninguna otra niña que pesara menos de dos kilos ese día, por lo que insisten en que no es culpa suya.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Graz reclama ahora 90.000 euros al hospital, en concepto de indemnización.