Al solicitante de asilo le dan para el pelo, y de nada sirven sus chillidos ni sus súplicas, y menos aún que proclame a los cuatro vientos que «no puedo respirar». Al canoso oficial de inmigración le trae al pairo. Lo bofetea a conciencia y le zarandea como un guipaño ante la mirada complaciente de los miembros de la tripulación, que se hacen los suecos.
Ocurrió, según da cuenta ‘The Sun‘, en un avión de la aerolínea Turkish Airlines, que iba a cubrir la ruta Londres-Estambul. El barbudo afirma que está siendo deportado pese a contar con documentación italiana.
El vídeo lo subió a su cuenta de Facebook un tal Ahtzaz Ali:
«De repente, alguien que parecía ser un oficial de inmigración se acercó y comenzó a someter al hombre físicamente, abofeteándolo y empujando su rostro hacia bajo, mientras él entre llantos y gritos, afirmaba que no estaría seguro regresando a Afganistán».