Se llama David Eubank, tiene 56 años y hace tres que se trasladó desde Birmania junto con sus compañeros de la organización humanitaria cristiana ‘Free Burma Rangers‘, al Kurdistán, para ayudar a los desplazados iraquíes.
Su labor en esas tierras, al igual que hiciera en el citado país del continente asiático, es decir, echar una mano a las etnias minoritarias pisoteadas sin piedad por las milicias de la dictadura nacional, le llevó en noviembre de 2016 a hacer una parecida y admirable labor altruista en Mosul, donde se reencontró con sus viejos camaradas de la Armada de Estados Unidos que luchan, junto a las fuerzas iraquíes, contra las bestias del ISIS.
Allí, en el corazón de la guerra, recibió este 1 de junio de 2017 una llamada de una unidad iraquí que estaba luchando en el frente al oeste de la mentada ciudad de Irak. Le dijeron que varios civiles, entre ellos varios niños, «venían corriendo y tras ellos miles de disparos», según dio cuenta el propio Eubank a ‘Los Angeles Times‘.
«Llegamos allí y se acercó un tipo llorando y dijo: ‘Mi hija recibió un disparo en frente de mí, en su cabeza'», recordó .
La escena era horrible. Al menos 50 cuerpos yacían masacrados por los combatientes del autoproclamado Estado Islámico, cuando trataban de huir.
Tomó una foto de la escena. Pero momentos después de poner la cámara hacia abajo, vio que algo se movía entre los muertos: era una niña de 5 años que lloraba desconsoladameme. Y no se lo pensó dos veces.
Con un casco y un chaleco antibalas, corrió unos 130 metros hasta el lugar donde se encontraba la pequeña, bajo el fuego de varios francotiradores de la organización terorrista. Y la rescató.
El héroe De Mosul
David Eubank,ex Fuerzas Especiales de EEUU, ahora convertido en trabajador humanitario, rescata una niña en pleno combate pic.twitter.com/vYTX2pvMwf
— Fuerzas Especiales (@Fauerzaesp) 19 de junio de 2017
«Las fuerzas estadounidenses que apoyan los iraquíes con los medios aéreos nos ayudó con una cortina de humo para poder atravesar las 150 yardas; aunque el fuego de los terroristas era intenso nos fuimos acercando, habían cadáveres de bebés, sus madres, personas de todas las edades muertas. Lo hice tras rezar, pensando: si muero haciendo esto, mi esposa y mis hijos lo entenderán».