Paece un suicidio a todas luces. La mujer avanza decidida por el andén y se arroja a las vías del foso, gopeándose la cabeza, y el tren le pasa por encima matándola en el acto.
Sucedió durante las útimas horas en una estación de trenes en Bangkok, Tailandia, mientras los demás pasajeros se limitan a hacer señales al maquinista para que eche el freno, algo que no consiguen.
Al parecer, a nadie se le ocurió saltar y rescatarla, y eso que había tiempo de sobra. Quizá estaban en estado de shock, o nadie de los presentes tuvo el suficiente valor.
Medios locales afirman que la mujer, de 31 años, estaba en el sexto mes de embarazo.