Un cuarto secreto escondido detrás de una biblioteca de una casa en Béccar, localidad situada al norte de Buenos Aires, escondía el mayor ‘tesoro’ de la Alemania nazi en la historia de Argentina. La operación fue llevada a cabo por la Policía local y la Interpol, quienes tras iniciar un seguimiento de los movimientos del coleccionista pidieron una orden judicial para registrar la vivienda el pasado 8 de junio.
En total, fueron hallados 75 objetos que, según las autoridades, son originales. Además de las antigüedades nazis, se encontraron otros elementos de origen chino, japonés y egipcio.
Las reliquias nazis
«Las primeras pericias que hicimos demuestran que estas piezas son originales», ha declarado a AP la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, añadiendo que muchas de ellas estaban acompañadas con fotografías antiguas. «Es una forma de que se puedan comercializar, mostrando que fueron utilizadas por el horror, por el Führer. Hay fotos de él con los objetos», añade.
Bullrich cuenta que entre las reliquias se encuentran juguetes que se utilizaban para adoctrinar a los niños, un busto de Adolf Hitler, una escultura del águila imperial con una esvástica y una lupa que fue utilizada por el propio dictador. «Hay una foto dentro del mismo compartimiento donde aparece Hitler con esa lupa. Es un negativo. Ya recurrimos a historiadores que nos dijeron ‘es la lupa original'», explica Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal de Argentina.
Asimismo, se ha hallado un macabro dispositivo médico destinado a medir el tamaño de la cabeza y así determinar quién pertenece a la raza aria. «Es una muestra del horror», indica Bullrich, quien ha sido condecorada este lunes por líderes de la comunidad judía local.
¿A quién pertenecieron?
Actualmente, la Policía está tratando de determinar cómo ingresaron los artefactos a la nación. La hipótesis principal indica que fueron traídos a Argentina por uno o varios nazis de alto rango que se refugiaron en el país después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los principales miembros del Tercer Reich fueron juzgados por crímenes de guerra.
En ese entonces, Josef Mengele -médico en el campo de concentración de Auschwitz- huyó a Argentina y vivió en Buenos Aires durante una década. Cuando los agentes del Mossad capturaron a Adolf Eichmann -teniente coronel de las SS y responsable de los traslados de judíos a los campos de concentración- que también se había refugiado en Buenos Aires, Mengele huyó a Paraguay. Por el momento, se desconocen los nombres de los jerarcas nazis a los que pertenecieron los objetos.
Bullrich ha indicado que las figuras que corresponden al nazismo serán exhibidas en el museo del Holocausto de Buenos Aires, mientras que el resto de artefactos serán trasladados a sus países de origen.