Las fuerzas de seguridad iraquíes realizan ejecuciones extrajudiciales contra los miembros de la autoprocamada organización terrorista Estado Islámico que capturaron en Mosul, debido a que no confían en el Gobierno ni en el sistema judicial de Irak, informa el diario británico ‘The Independent‘.
De este modo, funcionarios iraquíes aseguran que «los soldados prefieren disparar o arrojar a los terroristas desde la azoteas de edificios altos» porque, si les envían a prisión, sobornarán a las autoridades y saldrán en libertad.
La desconfianza hacia su propio Gobierno y a un sistema judicial iraquí «corrupto y disfuncional», así como un sentimiento de venganza y odio por las atrocidades cometidas por los yihadistas son algunos de los motivos por los que los militares aplican sus propias sentencias de muerte.
Aunque el ISIS sufrió una derrota en Mosul, todavía puede operar. Un alto funcionario kurdo reveló al periódico británico que, durante el funeral de un líder kurdo, fueron descubiertos al menos 17 de sus terroristas suicidas, algo que «demuestra que todavía pueden planificar y llevar a cabo operaciones, a pesar de que son más débiles».
Los residentes de Mosul, que en 2014 fue proclamada ‘capital del califato’ del EI en Irak, denuncian que varios extremistas peligrosos han sido liberados y algunos han sido reclutados como espías del Gobierno iraquí.