Había sido inauguada recientemente y ha acabado cubierta con una especie de sábana negra, -nada santa por cierto-, tras las críticas de muchos malpensados.
La efigie, que se encuentra en la escuela católica Blackfriars Priory de Adelaida (Australia), muestra a un niño junto al fraile peruano Martín de Porres. El también conocido como Santo de la Escoba sostiene en su mano una minibarra de pan que le entrega al menor. Sin embargo, la posición de la barra, un poco más abajo de la cintura, puede dar lugar a dudas, especialmente porque el niño tiene su mano junto al pan y su cara muy cerca.
Según da cuenta ‘HP‘, Simon Cobiac, director del colegio, dice que la estatua fue diseñada por un escultor en Vietnam, que antes de esculpirla mandó varios bocetos al centro (aprobados por la dirección en el mes de mayo) y que ya había hecho una escultura de Santo Domingo situada en el jardín de enfrente a la escuela.
«Pero al llegar la estatua tridimensional fue considerada por el ejecutivo como potencialmente sugestiva»,
recoge un comunicado compartido en el perfil de Facebook de la escuela.
«Como consecuencia la estatua fue cubierta inmediatamente y un escultor local ha sido contratado para rediseñarla. La escuela pide perdón por las preocupaciones y la mala publicidad generada por el asunto y está tomando medidas para cambiar la estatua»,
firma el director Simon Cobiac.