Wu Yonging, de 26 años, se había hecho famoso en la web. Era el primer chino reconocido por grabar videos desafiantes en las cimas de rascacielos, un riesgoso pasatiempo que viene ganando adeptos alrededor del mundo.
Su último desafío fue el viernes pasado en el Huayuan Internacional Centre, un edificio de 62 pisos en la ciudad de Changsha, capital de la provincia de Huan.
Antes de comenzar, colocó una cámara en un sector opuesto para poder registrar sus destrezas y luego compartirlas en la web. Nunca imaginó que esa sería la filmación de su propia muerte.
El vídeo muestra a Yonging haciendo flexiones de brazos, agarrado de la azotea del edificio, con sus pies colgando en el vacío. De pronto, sus manos se sueltan del borde al que estaban aferradas y cae. Su cuerpo fue hallado en una terraza por un limpiador de ventanas.
La novia de Yonging le contó al Beijing News que su pareja le había confesado que pediría su mano dos días después del accidente y que le había prometido un regalo de bodas de algo más de 10 mil dólares, los que pensaba obtener de ganancia con la difusión del video de sus acrobacias en la torre.
Yonging tenía más de un millón de seguidores en su cuenta en la red Weibo, a la que había subido más de 300 videos.
El joven chino trabajó como actor de reparto en varias películas hasta que descubrió que ganaba mucho más dinero con la difusión de los videos de riesgo que filmaba en las alturas.
En las últimas horas, se multiplicaron los mensajes de despedida de sus seguidores en la web.