"Según una nueva ley, las familias rusas están obligadas a acoger a personas homosexuales si no encuentran con quién vivir"
El vídeo, titulado ‘Vota a Putin o serás forzado a tener sexo gay’, corre como la póvora por las redes y tiene millones de visitas, tras haber sido subido el 18 de febrero de 2018. El mismo, que nadie sabe de dónde demonios ha salido, llama a los rusos a votar en las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo, y causa un cabreo de espanto dentro y fuera de Rusia por sus apelaciones al miedo, basadas en la homofobia y el racismo.
La producción, de tres minutos, pinta un futuro horrendo que afrontan aquellos que no se presenten en las urnas el 18 de marzo, con una serie de leyes cómicamente absurdas: un cincuentón decide que no votará, pero sueña que es reclutado por un ejército «multiétnico», acosado por un hijo soviétizado para que haga donaciones a la escuela y obligado a limitar su número diario de visitas al baño.
Los actores dicen que no saben quién ordenó el trabajo. El protagonista del anuncio, según recoge ‘El Mundo’, cree haber despertado en una Rusia descarriada en la que, por no votar, gana un candidato que implanta una ley que asigna a cada familia el «alojamiento de un homosexual» durante una semana. Al gay le retratan comiéndose un plátano y como una compañía molesta y estridente.
Tras decirle a su mujer que no piensa madrugar para votar, el pobre hombre sueña que un oficial militar, flanqueado por dos soldados, incluido un hombre negro, intenta reclutarlo en el ejército.
«¡Pero si tengo 52 años!», protesta. «Muy bien. La edad de reclutamiento se ha subido a 60». Entonces es cuando va a la cocina, donde un hombre gay está limándose las uñas.
«¿Quién es?», pregunta a su esposa. «Soy un homosexual alojado en una casa familiar», le dice el hombre, después de lo cual su esposa le recuerda que, según una nueva ley, las familias rusas están obligadas a acoger a personas homosexuales si no encuentran con quién vivir.
En medio de esta lacerante distopía, el hombre huye al baño, donde un intercomunicador clama que «el tiempo del baño está restringido». Finalmente despierta, solo para encontrarse en la cama con el hombre gay. Cuando por fin despierta de verdad, insta a su esposa a que lo acompañe a votar, «¡antes de que sea demasiado tarde!». Un portavoz del Comité Electoral de Rusia ha asegurado que no tenía nada que ver con el vídeo.
Una de las rivales de Putin en las elecciones, la candidata liberal Ksenia Sobchak, pide legalizar el matrimonio gay y ha condenado el vídeo como «vil», porque «exponer a las personas LGBT como una amenaza en un país homófobo no es una broma». Pero el enemigo de Putin no es ningún candidato, sino la baja participación.
Y ahí apunta este vídeo: hay que votar para evitar una decadencia liberal como Occidente.
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