Según datos difundidos por Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 2,3 millones de venezolanos están viviendo ya fuera de su país
Ni sus antiguos socios y amiguetes aguantan ya el tirano Nicolás Maduro. Ecuador ha salido este 23 de agosto de 2018 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en respuesta a la crisis humanitaria en la Venezuela chavista, un país del que progresivamente se ha ido distanciando desde que Lenín Moreno llegó a la Presidencia.
«Ecuador no continuará su participación dentro de la ALBA», ha anunciado el ministro de Exteriores, José Valencia, en una comparecencia en la que ha explicado que, con ello, su país quiere «reforzar» la búsqueda de una solución al problema político venezolano y al masivo éxodo de la población (El dictador Nicolás Maduro califica de «esclavos y mendigos» a los venezolanos de la diáspora).
La decisión ha sido anunciada en un encuentro de varios ministros ecuatorianos con los medios en el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia, donde se abordaba el problema del masivo flujo de venezolanos que han llegado al país desde comienzos de año (Diosdado Cabello: «El 90% de los que están en la díaspora venezolana son colombianos o hijos de colombianos»).
Valencia ha destacado que se trata de un problema que no puede «ser encarado por un país individualmente», sino que exige «una respuesta de todas las naciones de la región», y que la salida trata precisamente es de impulsar esa solución.
«La salida de ciudadanos venezolanos de su país es consecuencia de la crisis económica y política de Venezuela. Las repercusiones son regionales, sin embargo, Ecuador será siempre solidario».
El jefe de la diplomacia ecuatoriana califica de «inhumana» la actuación del Gobierno de Venezuela por permitir que millones de personas salgan del país como fruto de una crisis política, económica y social.
Se alejan de Venezuela desde hace meses
Valencia ha expuesto la notoria frustración de su país «por la falta de voluntad política, en primer lugar, del Gobierno de Venezuela para abrir las puertas a una solución democrática».
Una crítica hacia Venezuela que ha ido subiendo de tono en los últimos meses, sobre todo desde que en junio dejara la cancillería la ministra María Fernanda Espinosa, del ala más izquierdista del Ejecutivo.
Bajo el nuevo canciller, el Gobierno de Moreno parece tomar nuevos rumbos en política exterior, lejos de los de su predecesor, Rafael Correa. La salida de Ecuador de la ALBA no significa la intención de incorporarse a ninguna otra organización de integración regional, asegura Valencia.
El ministro apunta que Ecuador mantiene «una posición de principios» que no se alinea con los de «ningún grupo en particular en la propuesta de que el problema de los venezolanos sea resuelto entre ellos, en el marco democrático».
«El mayor éxodo de personas en la historia latinoamericana reciente»
Según datos difundidos por Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 2,3 millones de venezolanos están viviendo fuera de su país, más de 1,6 millones desde 2015.
El 90% de los migrantes venezolanos se ha dirigido a países suramericanos.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana señala que se trata del «mayor éxodo de personas en la historia reciente de América Latina» y recuerda la iniciativa de su país de convocar a una reunión técnica regional los días 17 y 18 de septiembre en Quito.
Ello dentro de la creencia, según el ministro, de que «solo una estabilidad democrática (en Venezuela) producirá estabilidad económica que evite la continuación del éxodo de sus ciudadanos». Y aclara que Ecuador debe dar una respuesta humanitaria y cabal a una situación que es «emergente e inédita».
Más control fronterizo
La ALBA nació en 2004 como un mecanismo para la cooperación de los países de América Latina y el Caribe basado en la solidaridad y en la complementariedad de las economías nacionales, en una alternativa al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) impulsada por Estados Unidos.
El ministro ha indicado en ese sentido que, con la decisión de abandonar el bloque, lo que se busca es «ratificar la independencia» de su país en «su accionar general en la política regional, un accionar marcado en principios».
El ministro del Interior, Mauro Toscanini, ha explicado que «se ha reforzado el control migratorio» en los pasos de Rumichaca, Huaquillas y Mascarilla.
«Hay 200 policías más, apoyo policial a los buses que se movilizan con migrantes y siete puntos policiales a lo largo del corredor humanitario».