La de mujer, por muchas razones, se ha terminado convirtiendo en México en ‘profesión‘ de riesgo. Y no sólo en las zonas fronterizas por las que rampan sin control los narcos o en el entorno de la letal Ciudad Juárez.
Ocho cubetas de 20 litros con restos humanos bajo cemento y varias bolsas de plástico dentro de un refrigerador con más restos congelados (México: Cuelgan un cocodrilo al estilo narco con un mensaje de amenaza en el balneario de Puerto Vallarta).
Eso fue lo que encontraron agentes de la policía mexicana en dos domicilios de una pareja detenida este 4 de octubre de 2018 investigada por al menos 10 homicidios (México: Informe desvela que las cárceles funcionan como call centers del crimen organizado).
Según informa la Fiscalía del Estado de México, una de las pistas clave en la captura de Juan Carlos “N” y Patricia “N” fue el teléfono móvil de una de las víctimas, reportada como desaparecida, que fue encendido por los detenidos y prendió las alertas de las autoridades.
El arresto, a 25 kilómetros al sur de la capital mexicana, en el municipio de Ecatepec (el más poblado del Estado de México), se dio como consecuencia de una investigación policial iniciada tras la desaparición de tres mujeres en el mismo barrio de esta localidad durante los meses de abril, julio y septiembre de 2018.
La detención se realizó cuando la pareja salió del domicilio con un carromato. Personal de la Fiscalía los abordó para preguntarles sobre la desaparición de las tres mujeres, al revisar la carriola donde llevaban objetos para vender, fueron descubiertos restos humanos en su interior.
Al ser interrogados sin muchos miramientos, Juan Carlos “N” y Patricia “N” confesaron que habían depositado más restos humanos en un lote baldío cercano al domicilio.
Los detenidos, un hombre de 33 años y una mujer 38, entraron en la mira policial cuando las autoridades revelaron que las tres desaparecidas se habían relacionado con los sospechosos.
La pareja vendía ropa y perfumes, entre otras cosas, y las víctimas habían entrado en contacto con ellos como clientas.
El arresto de los feminicidas se produce en uno de los municipios más letales de México para ser mujer, una localidad que activó hace dos años una alerta de género para frenar la escalada de violencia y concienciar a la población. Solo durante los primeros cuatro meses de este año se reportaron 395 desapariciones en el Estado de México, de las cuales 207 eran mujeres.