El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ha marcado diferencia respecto de lo que estaban acostumbrados los venezolanos durante los últimos 20 años de dictadura chavista.
Voceros del régimen chavista, muchos de ellos vinculados y sancionados por estar relacionados con el narcotráfico, han levantado la voz por un artículo publicado por el periódico digital Panam Post, en el cual se denunció que representantes del gobierno interino en Colombia habrían desviado los fondos destinados a la ayuda humanitaria y a atender a los militares desplazados. Sin embargo, ha sido el propio Guaidó quien ha dado la cara y girado intrucciones para la investigación pertinente, algo que ha recalcado en una entrevista para el ABC de España.
Respecto de las dos personas señaladas Guaidó afirmó al ABC que «actualmente estamos llevando a cabo una investigación sobre el manejo administrativo de esos fondos, incluso ayer (por el martes) fue a la Fiscalía la investigación colombiana, que incluso solicitamos por lo importante que es para nosotros la transparencia. Yo soy el primer interesado. A estas dos personas las separamos de su cargo y están en proceso de investigación.»
Respecto de la designación de Rojas y Barrera como responsables del manejo de los fondos, Guaidó informó que se trata de «dos activistas y estaban en ese momento perseguidos». También señalo que trabajaban desde el estado Tachira con la función de «atender entre 104 y 140 militares, cooperar con ellos en su atención: hospedaje y comida» y no que no designó a otras personas con mayor reconocimiento o legitimidad porque «Se trataba de funciones netamente operativos; y después, porque los diputados ya tenían otras funciones, en materia de salud, de recaudación, de alimentación…».
Respecto del monto, el también presidente de la Asamblea Nacional, confirmó al ABC que 90.000 dólares fue el importe asignado para hospedaje y alimentación de los militares y es sobre dicha cifra que se está realizando la investigación y que provienen de donaciones de particulares para la lucha contra la dictadura chavista.
Entre las medidas principales llevadas a cabo para esclarecer la situación el equipo de la presidencia interina removió a Kevin Rojas y Rosana Barrera de sus cargos, solicitaron la investigación por parte de la Fiscalía colombiana, además de solicitar a Transparencia Internacional «que hiciera una auditoria no solamente del tema de manejo de la asistencia a los militares, si no de todo lo que tenga que ver con la ayuda humanitaria».
Además destacó que designará «a un Contralor especial de cara al cese de la usurpación y que llevarán a cabol una investigación desde la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional venezolana… Hay que diferenciarse de lo que fue el régimen que desfalcó 330.000 millones de dólares».
Un mes y medio después del levantamiento cívico-militar del 30 de abril, ¿puede decirnos que pasó aquel día? ¿Se había realmente negociado la salida de Maduro como se dice?
Desde el 5 de enero (cuando Guaidó fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional) nosotros venimos diciendo que vamos a negociar con funcionarios, civiles y militares, que estén de acuerdo con el respeto a la Constitución, con el cese de la usurpación y la celebración de elecciones libres. Para nosotros es importante la presión interna, la calle, la función de las Fuerzas Armadas de cara a la transición. Lo que pasó el 30 de abril es un reflejo de todos esos ingredientes: de Fuerzas Armadas descontentas, de la decisión de Christopher Figuera (responsable del Servicio de Inteligencia Bolivariana), de la gente que salió a respaldar en las calles esa iniciativa de los militares, de funcionarios que quieren ponerse del lado de la Constitución y del cese de la usurpación. Lo que sucedió el 30 de abril fue ejemplo de eso. Y a todas luces faltan más para seguir el proceso de cambio en Venezuela.
¿Pero se había negociado la salida de Maduro?
Ahora hay una transición para el ceso de la usurpación para tener elecciones libres. Todavía hay una dictadura. Muchos de los funcionarios y militares que están todavía en esta fase de la Operación Libertad, y estamos trabajando en incorporar muchos más para lograr el cese de la usurpación.
Hay quienes aseguran que la liberación de Leopoldo López de su arreto domiciliario un día antes de los previsto perjudicó lo que estaba previsto para el 1 de mayo.
Los que tienen hoy capacidad de mover tropas militares son los militares. Hoy todavía vivimos en una dictadura. Y mi función como presidente encargado es precisamente reclamar las competencias, entre ellas la de comandante de las fuerzas armadas. Estamos trabajando en eso. Que se pongan del lado de la constitución. Los que toman la decisión a priori de mover a los militares funcionarios son los militares.
¿Por qué su equipo continua en las negociaciones en Oslo aún cuando no se ha llegado a ningún acuerdo?
En estos momentos no estamos en Oslo. Para nosotros el Grupo de Lima, el Grupo de Contacto, EE.UU. e incluso la reunión de Estocolmo son herramientas para la presión internacional. Lo que parece un consenso mundial de que debe haber una solución política al conflicto venezolano. No podemos ver estas negociaciones como cosas aisladas, sería un error de los venezolanos de cara a la salida de Maduro del poder.
¿Es cierto que usted está haciendo campaña política en el interior del país de cara a unas próximas elecciones?
No habrá próximas elecciones sin el cese de la usurpación y para eso debe haber agitación, movilización en la calle y presión ciudadana. Ese es el objetivo de la visita por cada uno de los Estados. Además, los acompañamos en la tragedia cotidiana que estamos viviendo los venezolanos: dos semanas sin repostar combustible, se pierden cosechas, no hay señal telefónica, se va la electricidad dos y tres veces al día.
La Alta Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llegó ayer a Venezuela para una visita y se espera una reunión con ella y su equipo mañana viernes. ¿Qué le va a transmitir?
Estamos muy contentos de reunirnos con la Alta Comisionada. En el informe preliminar que presentó su oficina hace unos meses ya era muy contundente la visibilización de la crisis humanitaria. Ayer Acnur dijo que la crisis de refugiados de venezolanos en el mundo es la más grave, incluso por encima de Siria. Queremos aproximar soluciones de cara a la violación de derechos humanos, a la crisis alimentaria y de salud, a la persecución política, entre otras cosas.