John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, culpó a la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM ) y a sus asesores cubanos por la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo el 29 de junio.
«Denunciamos la muerte sin sentido del capitán Acosta Arévalo a manos del régimen de Maduro. La DGCIM es responsable de su tortura y muerte, junto con sus cuidadores cubanos»
Arévalo fue detenido desde el 21 de junio y estaba en custodia de agentes de la DGCIM.
We denounce the senseless death of Captain Acosta Arevalo at the hands of the Maduro regime. Venezuela’s military counterintelligence agency (DGCIM) is responsible for his torture and death, along with its Cuban minders. https://t.co/VFsFjczP9i
— John Bolton (@AmbJohnBolton) June 30, 2019
El Departamento de Estado de EEUU denunció que el militar «murió bajo la custodia de los matones de Maduro y sus asesores cubanos».
Arévalo estaba detenido junto a otros a 13 civiles y militares y estaba siendo investigado por su presunta participación en un golpe de Estado.
La dictadura de Nicolás Maduro confirmó la muerte del militar y calificó de «lamentable» lo ocurrido.
.@statedeptspox: EEUU condena el asesinato de Rafael Acosta Arévalo, quien murió bajo la custodia de los matones de Maduro y sus asesores cubanos. Maduro continuará matando, robando y mintiendo para mantenerse en el poder. https://t.co/Z9v9Z81gma
— USA en Español (@USAenEspanol) July 1, 2019
Por su parte el presidente interino Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países, denunció que Acosta Arévalo fue torturado por el régimen.
«Confirmamos el asesinato del capitán de corbeta Acosta Arévalo, habíamos denunciado el día martes su desaparición, junto a otros 6 oficiales, y hoy se confirma su asesinato luego de haber sido torturado brutal y salvajemente», dijo en una declaración transmitida en sus redes sociales.
Los abogados de Arévalo y la oposición dicen que fue torturado hasta la muerte.
El activista Alonso Medina Roa, miembro del equipo de defensa del militar, expreso un escalofriante testimonio a The Associated Press acerca del estado de su cliente:
«Fue llevado al tribunal en una silla de ruedas porque no podía sostenerse en pie debido a los intensos dolores, con el cuerpo repleto de escoriaciones, las uñas con restos de sangre y los ojos morados. Debido a la delicada condición de salud del oficial el juez ordenó trasladarlo a un pequeño hospital del Fuerte Tiuna, la mayor instalación militar del país, donde falleció horas después».