Los 20 países cuyas economías son las más grandes del planeta se reunieron el pasado fin de semana en Japón, en el marco de la Cumbre del G20.
Su principal misión es acordar políticas globales que les favorezca y de las que puedan sacar provecho respecto del resto de países, es una especie de networking estatal entre los grandes.
Para llegar a esas grandes decisiones primero hay que generar contactos, realizar llamadas, tener discusiones de pasillo, en fin, conversaciones informales.
Una conversación de este tipo mantenían Emmanuel Macron (Francia), Theresa May (Reino Unido), Justin Trudeau (Canada) y Lagarde (Fondo Monetario Internacional), cuando de pronto surgió un personaje inesperado, se coló para dar su inesperada opinión Ivanka Trump.
Con una actitud dubitativa, se atrevió a entrar en acción entre estos pesos pesados de la política mundial. Pero desde una cuenta Twitter lo interpretaban de la siguiente manera: «Ivanka Trump parece estar tratando de involucrarse en una charla entre Macron, May, Trudeau y Lagarde (jefe del FMI)»
Ivanka Trump appears to be trying to get involved in a talk among Macron, May, Trudeau and Lagarde (IMF head).
The video is released by French Presidential palace. pic.twitter.com/TJ0LULCzyQ— Parham Ghobadi (@ParhamGhobadi) June 29, 2019
Algo que ha sido fuertemente criticado por su imprudencia, pero sobre todo porque ha sido interpretado como una jugada de Donald Trump para imponer la figura de su hija ante los medios y como una fórmula de elevar la figura de Ivanka como futura candidata presidencial.
“The real question is whether Ivanka has presidential ambitions of her own”. Me on Trump’s relentless promotion of the “First Daughter” – and how that rubs up elected world leaders the wrong way. https://t.co/AmM5QYlvcJ
— Edward Luce (@EdwardGLuce) June 30, 2019
the big three pic.twitter.com/O5fM0hertL
— Edward Luce (@EdwardGLuce) July 12, 2017