Rossibeth Flores Rodríguez vivía en El Paraíso, Copán, en Honduras junto a sus hijos Grecia Daniella Alvarado flores de 11 años y Ever Mejía Flores de 5 años, pero la viudez le llevó a tomar la decisión de emigrar a Estados Unidos, a perseguir el sueño americano y encontrar alivio para su familia
Marvin Oswaldo Escobar Orellana, le prometió que le ayudaría, le habló de un futuro mejor, pero no fue así, terminó asesinándola a disparos y también a los pequeños este martes.
Según relató la familia de las víctimas tenían cinco meses de haber llegado a Estados Unidos, habían llegado atraídos por el rumor de que la madre podría pedir asilo al venir con sus hijos y ofrecerles un mejor futuro.
Rossibeth Flores Rodriguez y sus dos hijos vivían en la casa del sospechoso Marvin Escobar Orellana. El hombre también vivía en el inmueble con su esposa norteamericana y dos hijos, cita KCCI Des Moines.
El martes, ella y sus dos hijos fueron asesinados a tiros en la casa. Mientras tanto, Escobar Orellana compareció ante el Tribunal el jueves, y ha sido acusado de tres cargos de asesinato.
Ahora, la familia de Rossibeth Flores Rodríguez, de 29 años, y sus dos hijos, Grecia Daniela, de 11, y Ever José , de 5, están a la espera de poder repatriar a Honduras los cadáveres de las víctimas de un crimen que ha conmocionado a la ciudad de Des Moines, en Iowa.
«Estamos trabajando en la repatriación de los cuerpos a través del consulado y de contactos comunitarios que trabajan con los familiares» de las víctimas, le confirmó a Univision Noticias Sonia Parras de la oficina de abogados que está asistiendo a la familia con el trámite.
Según el relato de la madre y abuela de la víctimas, Flores Rodríguez había emigrado a EEUU en febrero y vivía en Des Moines (Iowa) en el sótano de la casa de Marvin Oswaldo Escobar Orellana, el guatemalteco de 31 años que supuestamente acabó con la vida de la madre y los niños en la noche del martes.
El Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos dijo el miércoles por la noche que Marvin Oswaldo Escobar Orellana, de 31 años, le dio un nombre falso a la policía de Des Moines, dijo llamarse Marvin Esquivel López.
Acoso previo al asesinato
El propio Escobar Orellana, al que las víctimas conocían de Honduras, fue quien llamó al 911 para advertir de la presencia de los cadáveres en el condominio donde residían y posteriormente fue acusado del triple asesinato.
La madre de Flores Rodríguez, Bety Rodríguez, le aseguró al diario local La Prensa que su hija le había dicho por teléfono que de un tiempo a esta parte se sentía acosada por el hombre y que quería cambiarse de casa.
«Desde hace un mes el guatemalteco comenzó a acosarla y pedirle que tuvieran una relación sentimental pero Rossibeth se negó», afirmó la madre de la joven a La Prensa.
Según el relato de la mujer a ese diario, ellos conocían a Marvon Oswaldo desde hace años cuando llegó a El Paraíso a trabajar como guardaespaldas y se fue a vivir a la casa de su familia con la que entonces era su mujer, una situación que se extendió por más de dos años. Para ellos, era una «persona de confianza».
Por eso, cuando su hija decidió migrar a Estados Unidos con sus nietos, contactaron al guatemalteco porque sabían que ahora residía en este país.
Le pidieron ayuda con el pago del dinero para el coyote, algo que el hombre aceptó y además les ofreció irse a vivir con él, su esposa y sus dos hijos.
Ellos aceptaron y, tras solicitar asilo en la frontera, Flores Rodríguez llegó a Iowa donde comenzó a trabajar en una pequeña empresa de construcción de techos que era propiedad de Marvin.
Pero la vida que parecía encaminada en Iowa empezó a descarrillarse cuando el guatemalteco comenzó a acosar a la joven viuda, según le contó ella misma a su madre. Ella se negó a tener una relación sentimental con él y éste la despidió de su empresa y la hostigó ante amigos.
Al dar detalles del crimen a la prensa, el sargento Paul Parizek, portavoz de la policía de Des Moines, confirmó que la madre y los hijos vivían la vivienda de Escobar Orellana, donde también residían la esposa y dos hijos del guatemalteco, aunque no estaban en la casa en el momento del crimen.
Tras conocerse el arresto del presunto autor del triple asesinato, se supo que Escobar Orellana había sido deportado de territorio estadounidense dos veces: en 2010 y 2011, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La familia de las víctimas ha creado una cuenta de GoFundMe para costear la repatriación de los cuerpos.
Si un individuo fue deportado y regresa a los Estados Unidos, podría enfrentar hasta 20 años en una prisión federal, según el crimen de acuerdo con ICE