Pedro Sánchez está encerrado en la trampa que se puso él mismo y eso ha salido a relucir en la Sesión de Investidura del Congreso de los Diputados este 22 de julio de 2019.
Después del “no es no señor Rajoy” y del pacto con el separatismo para la moción de censura que le llevaría a sus posterior “investidura Frankenstein”, ahora pretende una abstención gratuita del Partido Popular y de Ciudadanos que le laven la cara.
Pero tras recibir los contundentes noes que él mismo Sánchez ya esperaba por sus volantazos, sacó a relucir el discurso antifranquista para erigirse como el mayor de los demócratas que jamás haya pisado las Cortes Generales, eso también pretendía que le saliera gratis.
Pero Albert Rivera no se la dejó pasar y le cobró los errores en frente de todos los españoles:
“Ha sacado usted el Francomodin… yo le diría como le dijo Alfonso Guerra, que deje usted de boxear con los huesos del dictador, que deber ser un fascista también por oponerse a sus políticas, pero yo le digo una cosa, si usted estuviera dispuesto a rectificar y traer aquí una ley de consenso como dice el ‘Informe del Valle de los Caídos’ para que el Parlamento por consenso (legisle) para que no se puedan hacer homenajes a un dictador yo estaría de acuerdo. Yo no creo que un país democrático sea normal hacer homenajes a dictadores, pero le digo una cosa, ni a dictadores muertos ni a dictadores vivos, porque aquí hacen homenajes a Maduro también sus socios de gobierno, a ver si son ustedes tan valientes con los dictadores vivos”.
Pronto veremos hasta dónde llega la valentía de Pedro Sánchez para asumir el liderazgo de España en la lucha contra los «dictadores vivos», pues será responsable del accionar de España ante la dictadura chavista que mata y reprime día a día, eso sí, va a tener en sus socios de gobierno a los aliados del régimen venezolano.