Trece personas fueron detenidas este sábado 17 de agosto por el choque que se produjo entre cientos de manifestantes de grupos de extrema derecha y de sus opositores de extrema izquierda que se congregaban por separado en el centro de Portland.
Los cuerpos policiales incautaron varas de metal, rociadores de autodefensa y otras armas, también bloquearon puentes y calles en un intento por mantener a los grupos separados.
El alcalde de la ciudad, Ted Wheeler, dijo que la situación era «potencialmente peligrosa y volátil», mientras que el presidente Donald Trump tuiteó que «Portland está siendo vigilado muy atentamente».
La policía utilizó a agentes en bicicletas y con equipo antimotines a fin de evitar que miembros de las personas que iban abandonando la manifestación fueran seguidos por manifestantes antifascistas vestidos de negro, con casco y el rostro cubierto conocidos como antifa.
Sin embargo, cientos de personas permanecían en el centro y en calles aledañas, en donde hubo enfrentamientos a lo largo del día.
Una persona resultó lesionada y fue trasladada a un hospital en una ambulancia, y otras tres personas con heridas leves fueron atendidas por paramédicos en el lugar, detalló la vocera de la policía de Portland, la teniente Tina Jones.
Poco antes del mediodía, integrantes de los grupos Proud Boys y Three Percenters comenzaron a reunirse ondeando banderas, algunos con cascos y chalecos antibalas. La policía informó que confiscó las armas, entre ellas escudos, varas de metal y madera y rociadores de autodefensa de varios grupos mientras se congregaban a lo largo del Río Willamette, que cruza la ciudad.
En los días previos al evento, Wheeler dijo que las personas que adoptaban el odio o participaban en actos violentos «no eran bienvenidos».
La mañana del sábado Donald Trump tuiteó: «Ojalá el alcalde pueda hacer su trabajo adecuadamente». También escribió que «se ha estado considerando seriamente nombrar a ANTIFA una ORGANIZACIÓN TERRORISTA«.
En una entrevista con CNN, Wheeler respondió al tuit del mandatario diciendo que «honestamente, no ayuda».
Grupos autoproclamados como antifascistas han prometido confrontar la marcha, en tanto líderes de la extrema derecha exhortaron a sus seguidores a participar en una protesta masiva por el arresto de seis militantes en días previos al evento.